GIOVANNI PAOLO PANNINI fue pintor, arquitecto y uno de los más destacados referentes de la conocida como Escuela paisajística romana, que inició su andadura en Italia a lo largo del siglo XVII; por entonces, Roma era un centro de experimentación, a la vez que espacio en el que todos los artistas europeos intercambiaban sus ideas y conocimientos, y fue precisamente la siempre espectacular arquitectura romana la que atrajo la atención de numerosos pintores en su afán por plasmar tanta belleza, de tal forma que fueron los edificios, jardines, y espacios abiertos su principal fuente de inspiración.
Los artistas pusieron un especial interés en llevar a las telas lo que sus ojos percibían del exterior y, sobre todo, de la naturaleza.
GIOVANNI PANNINI nació el 17 de junio de 1691, en Piacenza, donde recibió su primera formación de diferentes maestros Gisuseppe Natali, Andrea Galluzzi, así como Francesco Galli-Bibiena, centrándose en lo que es la escenografía teatral.
Fue en 1711 cuando el joven Pannini se trasladó a Roma para estudiar dibujo de pinturas junto con el pintor Benedetto Luti -curiosamente, un libro de dibujos se conserva, a día de hoy, en la Biblioteca de Piacenza del que fuera su periodo de formación-.
Otro aspecto de su faceta artística es su predilección por los paisajes y decoraciones al fresco, de ahí el que su primer trabajo consistió en decorar al fresco, entre los años 1719 y 1725, diferentes estancias de la Villa Patrizi de Roma, que no se conservan, así como el Palacio Carolis.
Gracias a estos exquisitos trabajos Giovanni Pannini fue labrándose merecida fama en el ambiente artístico, entrando como miembro en la Congregazione dei Virtuosi al Pantheon, y un año más tarde en la Academia de San Lucas, influyendo en otro gran artista Jean-Honoré Fragonard.
El hecho cierto es que muchos de sus trabajos decorativos no han llegado hasta nuestros días, si bien, sí que se conservan los frescos que realizó por encargo del duque Odescalchi en la Villa Montalvo Grazioli, en Frascati.
Otro aspecto de su faceta artística fue como pintor de caballete, abundando en las conocidas como vedute de Roma, en las que Pannini se recreaba con vistas tanto reales como imaginarias en las que las ruinas clásicas compartían espacio con la arquitectura moderna; es así que sus vedute son todo un documento de las costumbres de la Roma de su tiempo. Más no todo queda aquí, sino que Pannini también nos regaló diferentes retratos, escenarios de batallas, así como las que se conocen como "pinturas de galerías". Y dos de sus mejores ejemplos son Galería de vistas de la Roma antigua y Galería de vistas de la Roma Moderna, que podemos contemplar y disfrutar en el Museo del Louvre, París.
En su conjunto la obra tienen un toque del todo decorativo, si bien nos ofrecen un mensaje aún mejor: dan cuenta del poder real y simbólico de Roma.
Pannini destacó en su época no ya sólo por ser el primer artista que se interesó, desde el punto de vista pictórico, por las ruinas romanas, sino que a la vez conjugó en su estilo la pintura renacentista italiana, sin descuidar las nuevas tendencias pictóricas procedentes de Francia.
Fuentes:
Wikipedia.
https://infobae.com/cultura
https://museothyssen.org
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