Bienvenidos a un nuevo día, y con él mi iniciativa cultural me lleva de lleno al terreno musical y a centrarme en la figura de un creador, a mi parecer, típicamente romántico, del que George Sand llegó a afirmar: "Es un ser incapaz de comprender nada que no sea idéntico a sí mismo".
Retrato pintado por Ary Scheffer
FRÉDERIC CHOPIN estuvo marcado toda su vida por una personalidad verdaderamente compleja: era poseedor de una sobrehumana sensibilidad, le tenía un pánico atroz a la muerte (falleció prematuramente víctima de la tuberculosis, enfermedad común de la época, con tan sólo 39 años).
Era un hombre melancólico, indeciso,y sin embargo, era conocido sus exigencias para con la publicación de sus obras. En este punto radicaba su complejidad, en tanto, su persona buscaba la soledad y el recogimiento, necesitaba de los grandes salones en los que su música fuera dada a conocer, pues de ello dependía su economía.
Aunque sus orígenes son polacos, lo que es y significa su temperamento nos lleva y nos acerca al espíritu y carácter fránces. Sus ideas y venidas entre Polonia y Francia fueron frecuentes, pues en ambos paises mantuvo residencias habituales.
Nacido el 1 de marzo de 1810, en una casa que en realidad era un pabellón cercano a la mansión de la finca Zalazowa Wola, propiedad del conde Skarbeek, estaba situada a pocos kilómetros de Varsovia. No obstante en dicha casa sólo pasó los ocho primeros meses de su vida, pues la familia marchó a Varsovia, donde el padre de Frederic, llamado Nicolás Chopin, fue nombrado profesor de francés en el liceo. Este último era un emigrado francés, en tanto su madre, Justina Krzyzanowska, pertenecía a una familia noble polaca, eso sí, venida a menos y vivía en la casa de los condes Skarbek como dama de compañia. Fue en dicha residencia donde conoció al que sería su marido, que, a su vez, era preceptor de los hijos del conde.
Nicolas Chopin
Justina Krzyanowska
Ya desde temprana edad manifestó su afición por la música, lo que sus padres potenciaron, aprendiendo sus primeras lecciones con el piano, que no le abandonaría ya jamás en toda su vida; eso sí, jamás tuvo como maestro a ningún pianista.
Sus primeras nociones musicales las recibió de su hermana Lousie, pero cuando el alumno superó a su profesora, su maestro pasó a ser el violinista Wojciej Zywny, quien contagió a Chopín su pasión por Bach y por Mozart.
Fue en 1822 cuando Nicolás, el padre de Fréderic decidió enviarle a estudiar al Conservatorio, bajo la dirección de Josef Ksawery Elsner, quien supo ver en el joven Chopin su capacidad artística, calificándolo como "genio musical".
A partir de entonces, Chopin empezó a "trabajar" por su cuenta, dando expresión musical a todo su mundo interior, componiendo mazurcas y polonesas.
Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos que Chopin no comparte las formas musicales que imponen la tradición. También es de señalar su temprano interés por la ópera, lo que le llevaba a viajar continuamente con la única finalidad de asistir a las distintas representaciones que de éstas tenían lugar en variados escenarios de toda Europa.
Cuando en 1829 Paganini llegó a Varsovia, Chopín acudió a escucharlo y quedó impresionado, impresión que nos dejó reflejada en su Opus 10.
No obstante, y sin perjuicio de que la vida de Chopin conociera y viajara continuamente, hay que sentar las bases de un problema que arrastraba desde su niñez, su débil salud, que se manifestaban con la aparición de continuos ganglios en el cuello, y cuyo remedio -el que por entonces aplicaban a todo tipo de patología- eran las frecuentes sangrías.
Fue en 1929 cuando Chopin emprendió su primer viaje al extranjero como concertista de piano, en el que tuvo un éxito apoteósico.
Desde sus inicios, la forma de tocar de Chopin destacó sobre manera: su sonoridad era delicada, destacando por los matices y los contrastes.
Después de destacados conciertos en Viena, Dresde, y Brelau, regresó a Varsovia, donde se enamoró de una joven cantante, llamada Constanza Gladkowska.
Sobre ella escribió a Tito Woyciechowski: "para mi desgracia quizás, he encontrado mi ideal, que venero fiel y lealmente. Hace ya seis meses de ésto y a aquellas con quien sueño cada noche, no le he dicho una palabra. Pensando en esa bella criatura he compuesto el "Adagio" de mi nuevo "Concerto", así como el vals (op. 71, Número 2, en re mayor) que he escrito esta mañana.
Adagio
Muy tímido no se anima a declara su amor a Constanza y dice en una de sus cartas: "De estar enamorado, llegaré a disimular durante algunos años más un ardor imposible de declarar hoy, desgraciadamente".
En 1830, había abandonado Varsovia para una de sus excursiones frecuentes, cuando estalló la revolución del 29 de noviembre. Tentado de volver en mas de una ocasión, al final no llegó a hacerlo, y de esta forma la nostalgia y la evocación iban a marcar para siempre su vida y su música.
Continuando con su periplo, de Breslau, pasó a Dresde, para continuar en Praga y terminar en Viena; no obstante, su estancia en esta ciudad no fue todo lo , reconfortante para Chopin como el hubiera deseado, su pretensión ya abarca la de labrarse un hueco en la historia de los grandes de la música y eso era realmente duro.
En 1831 Chopin llegó a París, momento del todo decisivo para moldear definitivamente la personalidad musical de éste; a través de Friedrich Kalkbrenner y de otros compositores, Chopin fue introduciéndose en la sociedad parisina. Allí era frecuente la música en lo salones, algo que no disgustaba a Chopin, sino todo lo contrario, pues suponía para la interpretación de su música una cierta intimidad, amén de que estas veladas eran frecuentadas por artistas en su mayoría. De esta forma París conoció el sentimiento de Chopin a través de su música en la que lo eslavo, lo francés y lo italiano se transforman y desembocan en una expresión del todo original.
En 1835, decidió pasar una temporada con sus padres en el balneario de Carlsbad, hecho que le hizo muy feliz; a su regreso se detuvo en Dresde, donde pasó a visitar a una familia a la que conocía desde su infancia: los Wodzinsky, enamorándose de María, la hija menor, a la que dedicaría el Vals OP.69 num. 1 "El adios" y un esbozo de Nocturno en mi bemol, Op.9,nº2..
"EL ADIOS"
De regreso a París, empezó a resentirse su salud, pues su enfermedad -la tuberculosis- estaba ya avanzada, llegando incluso a escupir sangre. En París, vivió en reposo durante un buen tiempo, recluido. En 1836, volvió de nuevo a casa de los Wodzinsky, donde pidió la mano de María, la familia aceptó, inicialmente, con la condición de que no se hiciera pública la noticia hasta pasado un año, pero llegado que fue el momento, la salud de Chopin era tan frágil que la familia decidió que se rompieran las relaciones.
La desolación llenó a Chopin de dolor quien hizo un paquete con todas las cartas de amor recibidas de María y en el escribió "mi pena".
En cualquier de los casos, la salud de Chopin iba empeorando cada vez más, sin embargo, al año siguiente, conoce a George Sand, pseudónimo de Aurore Dupin, que siente por el músico una muy especial atracción, hasta el punto de querer atraerle a su casa de Nohant.
George Sand
No obstante, en este primer encuentro entre ambos la reacción de Chopin es de cierta indiferencia, causada por el recuerdo del amor que no pudo ser. George Sand era una mujer completamente distinta al ideal de "esposa" que imperaba en la época: fumaba cigarrillo, vestía como un hombre, y además,.. sus ideas eran socialistas.Sin embargo cayó fascinada ante este hombre de apariencia débil y salud quebradiza que era CHOPIN.
Una mujer fuerte como SAND y un hombre enfermo, delicado, como CHOPIN dio paso a la mas firme de las uniones "Mi corazón estaba preso"....Me ama.
Sand abandonó a su marido y se marchó con CHOPIN y sus dos hijos a Mallorca, pero los buenos tiempos duraron pocos y tuvieron que abandonar la casa en la que vivían y trasladarse a un antiguo convento, consecuencia de la actitud de los vecinos, así comenzaron a vivir en la Cartuja de Valldemosa.
Pese a ello, la salud de CHOPIN continuó empeorándose y las relaciones de la pareja otro tanto. CHOPIN añoraba la vida parisina y ambos decidieron por regresar a Francia. En París vivieron una larga serie de años, que fueron decisivos tanto para una como para otro, en la evolución de su obra artística.
En 1942 decidieron vivir por separado, aunque en dos viviendas en la Plaza de Orleans, preludio de lo que sería su separación definitiva entre ambos. La convivencia con un genio como CHOPIN no era nada fácil, y menos cuando este se veía impedido por su enfermedad para poder llevar a cabo lo que su mente deseaba. CHOPIN se veía envuelto, a menudo, en una espiral de tristeza y desolación que ni el mismo llegaba a comprender.
Sin embargo fue un hecho de carácter totalmente distinto el que puso punto y final a la relación entre ambos: las relaciones entre los hijos de Sand, entre sí, y con respecto a Chopin.
Ni que decir tiene que esta ruptura supuso para CHOPIN una profunda depresión: su vida amorosa había sido todo un fracaso, su salud una continúa lucha, que hicieron que sus últimos años los pasara en soledad e incluso con problemas económicos. En 1849, su hermana Louise se desplazó hasta su casa para cuidarle, pero ya estaba del todo deshauciado. Murió en la madrugada del 17 de octubre de 1849.
Siguiendo los deseos del fallecido, Clesinger, marido de Solange, hija de George Sand sacó una mascarilla mortuoria de aquel, y del mismo modo, su corazón fue enviado a Polonia y depositado en la Iglesia de la Santa Cruz.
En su funeral se interpretó, también siguiendo sus deseos, el REQUIEM, de Mozart.
EL PIANO FUE EL INSTRUMENTO ROMÁNTICO POR EXCELENCIA; A TRAVÉS DE ÉL SE EXPRESARON LOS GRANDES MUSICOS DEL SIGLO XIX, ENTRE ELLOS, CHOPIN, EL CUAL DIO AL INSTRUMENTO NUEVAS POSIBILIDADES TÉCNICAS Y EXPRESIVAS.
GRACIAS POR VUESTRA LECTURA
FELIZ DIA
N.B.: Dada la extensión del "post" me he detenido, exclusivamente, en la biografía de CHOPIN; hacer relación de su obra, le haría interminable; eso si, deliciosamente, interminable. Evidentemente, su producción la podréis encontrar en catálogos de sus obras.
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