GIAN LORENZO BERNINI: EL ÉXTASIS.

Buen día, mis estimados amigos, para el día de hoy tenemos una mas que interesante cita en el Museo del Prado, y ello como consecuencia de la exposición que desde el pasado dia 6 y hasta el próximo 8 de febrero de 2015, y bajo el nombre de "LAS ÁNIMAS DE BERNINI" nos hace una aproximación mas que certera a la figura de GIAN LORENZO BERNINI (1598-1680), comisariada por Delfín Rodriguez Ruiz, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid.

Anima Beata

Sin lugar a dudas, Bernini fue el mas grande artista de la Roma barroca en la que desarrolló sus múltiples facetas como escultor, arquitecto, pintor, diseñador de fiestas y ceremonias, fuentes, amén de distintos elementos ornamentales..

Por parte de España, y como consecuencia de las relaciones diplomáticas con Roma, fueron muchos los encargos que recibió éste mas que insigne artista; desde el duque del Infantado, el Cardenal Pascual de Aragón o el marqués de Carpio e incluso por parte de la propia Corona española, fundamentalmente, por Felipe IV,  quien llegó a financiar distintas obras en las basílicas mas simbólicas de la ciudad de Roma, como San Pietro o Santa María Maggiore; asimismo, también se interesó por distintos encargos para El Escorial y el Real Alcázar de Madrid.

Alma perdida

Según la información que nos facilita el Museo del Prado, en su página web, la muestra está dividida en tres secciones, que recorre un mas que interesante itinerario desde algunos de los grandes proyectos arquitectónicos y urbanísticos, a sus espectaculares capillas y esculturas, incluyendo fuentes, pinturas y dibujos para diferentes proyectos.

Mas ya que hemos tomado contacto con este genial artista, por qué no conocer mejor su personalidad y su obra.

La personalidad de GIAN LORENZO BERNINI no cabe la menor duda de que destaca sobremanera en Roma, en el siglo XVII, a quien debemos la realización, con un lujo mas que exquisito del baldaquín para el altar mayor de la basílica de San Pedro y el trono de Pedro.

Detengámonos por unos momentos en tan exquisito conjunto artístico, llevando a cabo una lectura simbólica del baldaquín. Las cuatro columnas retorcidas sobre su propio eje y fundidas en bronce destacan por su impresionante grandeza. Según una antigüa leyenda esta forma de columna está atribuida al templo de Salomón (siglo X a.C.).El fuste de las columnas está decorado con ramas de laurel, que simbolizan la victoria y la gloria de San Pedro mártir, el primero de los papas. Asimismo, el dosel del baldaquín reproduce en bronce la tela con la que se protegía la Eucaristía en las procesiones y está inspirado en el parasol con el que se acompañaba a los antiguos reyes.

El término "baldaquín" es de origen asiático y deriva de "Baldac", que es la antigua denominación de la ciudad de Bagdad. Abundan los símbolos heráldicos de Urbano VIII Barberini, quien había realizado el encargo, en tanto el metal utilizado para su fabricación procede de las antiguas decoraciones del Panteón.

Mas Bernini nos sorprende, siempre, con la sublime naturaleza de su modelado del mármol, tal y como podemos apreciar en su obra "APOLO Y DAFNE", que representa uno de los muchos temas mitológicos conocidos, en el momento en que el dios Apolo persigue a la ninfa Dafne, y para que pueda escapar de él, los dioses la transforman en "laurel".

Apolo y Dafne

Como gran parte de las obras de Bernini, ésta nos ofrece una estructura abierta, basándose en unas líneas que la componen desde la base y tienden hacia arriba. Una mas que maravillosa técnica con el cincel y los instrumentos de trabajo utilizados de las mas distintas formas, hacen que el escultor llegue a conseguir hacernos ver las diferencias notables entre la epidermis, el árbol y la cabellera de Dafne en un último movimiento.

Para Bernini su ideal es la "obra de arte total", que podemos apreciar, en el "EXTASIS DE SANTA TERESA", que transporta al espectador hasta una mas que gloriosa apoteosis.

El éxtasis de Santa Teresa

Este conjunto escultórico podemos "disfrutarlo" en la Iglesia de Santa Maria della Vittoria de Roma, y en el mismo, Bernini supo dar vida a lo que es todo un espectáculo, creando para ello un cuadro teatral fijo en el que se transpone la celda conventual de Santa Teresa en el momento en que, sufriendo una mística experiencia, disfruta de la únión extática suprema con Cristo. Bernini se sirve de ricos mármoles polícromos y cálido bronce dorado; la luz natural se materializa en un haz de rayos, igualmente, dorados, que envuelve a los personajes, que aparecen estar suspendidos sobre un cúmulo de nubes-.

Detalle

Mas continuemos nuestra andadura por la mas que excelente obra de GIAN LORENZO BERNINI, haciendo una parada en su obra "LA VERITÁ", para lo cual nos citamos en la Galería Borguese, comprada por el Estado italiano en 1958.

El hecho cierto es que el grupo escultórico que originariamente debía representar la alegoría de la Verdad revelada por el tiempo, nunca fue terminado, pues habiendo fallecido Bernini, el gran bloque de mármol destinado para la construcción del Tiempo en vuelo, fue vendido por sus herederos.

La escultura nos muestra a una joven sentada en una roca, en una de sus manos, la derecha, sostiene el sol y se apoya con la pierna izquierda sobre el globo terráqueo. De este grupo escultórico Bernini hizo multitud de dibujos que han llegado a nuestros dias. 

La veritá

No podemos olvidar la tradición de los rios en figura humana, en la que Bernini incluirá mas adelante su llamada "FUENTE DE LOS CUATRO RIOS", en la Piazza Navona, construida en 1651, durante el que podemos considerar el periodo mas prolífico del genial artista.

La fuente está formada por una base en forma de piscina eliptica, en cuyo centro nos encontramos con una gran mole de mármol, sobre la que se eleva un obelisco egipcio de época romana, el obelisco de Domiciano.

Las estatuas que forman parte de la fuente tienen, en verdad, unas proporciones mas grandes de lo que podríamos considerar como real, y son alegorías de los cuatro rios principales del mundo (el Nilo, el Ganges, el Danubio, y el Río de la Plata), uno de cada uno de los continentes conocidos por la época. Cada uno de estos rios lo representa un gigante de mármol. 

Todo en la fuente es excesivo, los árboles, las plantas, los animales, que representan a especies fuertes y potentes, como el león, el caballo, el cocodrilo, la serpiente, el dragón...). Es de destacar la vegetación que esculpida resulta verídica. 

A continuación os inserto imágenes de los animales que aparecen esculpidos en la fuente, con los que Bernini nos crea un universo en continuo movimiento que imita la realidad natural.

El caballo

El cocodrilo

El delfín

La técnica que identifica la obra de BERNINI es un prodigio de virtuosismo, su tratamiento del espacio y del movimiento encuentran inspiración en la Grecia helenística pero, sobre todo, en un mundo mas próximo, y que en parte, debe a su padre: la escultura manierista, que alcanzó su mayor esplendor en Florencia. 

GIAN LORENZO BERNINI juega con la sorpresa y el placer que supone proponerse dificultades y conseguir superarlas, su siempre insuperable juego con la luz y la sombra, las diferentes texturas y materiales. De ello nos da una mas que indescriptible muestra en la Fuente de la Piazza Navona, en la que vibra al conseguir unir, hacer uno, en definitiva del agua con la escultura, y con la piedra rústica.

Rapto de Proserpina

GIAN LORENZO BERNINI 

EL LATIDO DEL "ARTE TOTAL" EN BERNINI

BUEN DIA A TODOS