sábado, 22 de noviembre de 2014

SEVERO OCHOA: UNA MENTE MARAVILLOSA Y CORAZÓN EXCEPCIONAL

Severo Ochoa

Buen día, estimados amigos, empezamos nuestro "post" de hoy con la presencia, mas que extraordinaria de una personalidad que viene no solo determinada por la concesión del Premio Nobel de Fisiología y Medicina, en 1959, compartido que fue con el bioquímico Arthur Kornberg, y ello como consecuencia de sus trabajos encaminados al descubrimiento del mecanismo de la síntesis biológica del ábido ribonucleico (ARN) y del ácido desoxirribonucleico (ADN), sino por la riqueza de su persona.
SEVERO OCHOA fue, ante todo, un hombre concienciado con la esencia mas que particular del ser humano, y con la conciencia de la existencia de unos valores que hicieron de él, amén de un gran científico, un gran ser humano.





SEVERO OCHOA nació en Luarca (Asturias), el 24 de septiembre de 1905, hijo de Severo Manuel Ochoa, de profesión abogado, y de Carmen de Albornoz. Mas poco después se trasladó con su familia a una casa, conocida, al día de hoy, como Villa Carmen, en Villar de Luarca, y que con el tiempo devino la residencia de verano de toda la familia, incluido Severo Ochoa y su esposa.



El pequeño Severo


 Casa de Luarca

Desgraciadamente, con tan solo 7 años pierde a su padre, y debido a que la salud de su madre era algo delicada, se trasladan a vivir a Málaga, donde llevó a cabo sus estudios de primaria y secundaria.
Desde su juventud, Severo Ochoa se sintió muy interesado por la biología, gracias, en gran parte a las publicaciones del entonces reconocido neurólogo Santiago Ramón y Cajal. Poco después marchó a Madrid y realizó estudios de Medicina, licenciándose en 1929 por la Universidad Complutense de Madrid, doctorándose a continuación.


Señalado con flecha el joven Severo

El hecho cierto es que Severo Ochoa nunca ejerció la medicina, sino que la utilizó para llegar hasta la ciencia que era su pasión: la biología. Son innumerables sus recuerdos sobre los años pasados en la Residencia de Estudiantes, en la que ingresó en 1927, y donde coincidió con muchos intelectuales y artistas de la época, como fue el caso de García Lorca y Salvador Dalí.
Fue igualmente, en dicha Universidad Madrileña donde ejerció de profesor ayudante de Juan Negrín, y gracias a que le fueron concedidas varias becas, con la finalidad de poder ampliar sus conocimientos, cursó estudios en las Universidades de Glasgow, Berlín y Londres, y fundamentalmente, en Heidelberg, en el conocido Instituto Kaiser Wilheim para la Investigación Médica.
Fue gracias a sus trabajos, mas que excelentes, fue invitado a trabajar en el laboratorio de Otto Meyerhof, en el instituto berlinés de biología KAISER WILHEIM, hoy, Instituto Max Planck. Fue esa una experiencia extraordinaria la que le sirvió también para conocer la personalidad y obra de grandes científicos, entre los que se encontraba Meyerhof, Premio Nobel de Medicina en 1922.




En 1930 regresa a Madrid, y termina su tesis doctoral, contrayendo matrimonio, al año siguiente con Carmen García Cobián y dedicándose a continuar su formación, en tanto fue nombrado Profesor Ayudante de Fisiología y Bioquímica de la Faculad de Medicina de Madrid, hasta 1935. Este mismo año fue invitado por el profesor Carlos Jimenez Diaz a asumir la Dirección del Departamento de Fisiología del Instituto de Investigaciones Médicas de la Ciudad Universitaria de Madrid.
Mas el estallido de la Guerra Civil, lleva a Severo Ochoa a buscar mejores lugares en los que continuar sus investigaciones, y de esta forma, en 1936, se traslada a Alemania, invitado por el Laboratorio Meyerhof, en Heidelberg. Mas la situación política alemana empieza a complicarse y el partido nazi va adquiriendo cada vez mayor poder, por lo que en 1937 marcha al Reino Unido, donde trabaja en el Laboratorio Biológico de la Marina Británica y en el Laboratorio de Rudolph Peters, de la Universidad de Oxford.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, hace de los Estados Unidos su segundo hogar, trabajando, sin descanso en la Universidad de Washintong, en San Luis, y a partir de 1942, en la de Nueva York, en la que desarrolló funciones de profesor asistente de bioquímica.



Una vez terminada la segunda gran guerra, su vida sigue desarrollándose en Nueva York, y en su Universidad, pues en la misma trabajó como profesor y director del departamento de farmacología de 1946 a 1954, en que lo fue de bioquímica y jefe de bioquímica hasta su jubilación. 
Severo Ochoa gozó de nacionalidad norteamericana, algo que dejó que decidiera su esposa, y así lo fue en 1956; no obstante, de sus palabras cabe destacar que se consideró "un exiliado científico, no político". 



Fueron estos últimos años de gran relevancia en los avances científicos de Severo Ochoa, dentro de los campos de farmacología y bioquímica, trabajando en el campo de las enzimas, lo que le valió la Medalla Bewberg, en 1951. En 1954 descubrió una enzima gracias a la cual puedo sintetizar, por vez primera, el ácido ribonucléico (ARN), en tubo de ensayo. Un año mas tarde, y en colaboración con la bioquímica francorusa Marianne Grunberg-Manago, Severo Ochoa publica en el Journal Of The American Chemical Society un artículo mas que especial, pues gracias a dicha investigación se consiguió descifrar el cógigo genético. Este transcendental descubrimiento, llevado a cabo por Severo Ochoa junto con sus colaboradores, unidos a los realizados por el grupo de Marshall Nirenberg, hizo posible comprender los procesos de mutación y sirvió de inicios para los estudios de biología molecular en años posteriores.


Con el amor de su vida..

..y siguió siéndolo.

Gracias a los estudios científicos de Arthur Kornberg, discípulo de Severo Ochoa, aquel consiguió sintetizar ADN a partir de una bacteria intestinal, lo que les valió a ambos el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, en 1959.
Como consecuencia de sus trabajos desarrollados para sacar adelante la Sociedad Española de Bioquímica, en el año 1971 fue nombrado director del Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad de Madrid.
Su vida laboral, incansable, continua en 1974, en el Instituto Roche de Biología Molecular de Nueva Jersey. Un año mas tarde se jubiló en la Universidad de Nueva York, mas ello no le impidió continuar sus investigaciones en trabajos de colaboración con otros científicos.
El año 1985 conoce su regreso definitivo a España, siendo nombrado director honorario del Centro de Biologia Molecular Severo Ochoa.
En el año 1986 fallece su esposa, su compañera de toda la vida, lo que le supuso un mas que duro golpe que le sumió en una profunda depresión, abandonando todo trabajo científico.


Flamante Premio Nobel

El último de dichos trabajos se publicó cuando contaba con 81 años de edad, y desde entonces hasta el año 1993, en que falleció se dedicó fundamentalmente a dar conferencias y presentó su biografía, "La Emoción de Descubrir", escrita por Mariano Gómez-Santos. 
SEVERO OCHOA falleció el 1 de noviembre de 1993, a consecuencia de una neumonía.
Mas su labor no se terminó con su fallecimiento sino que dejó establecido en su testamento la creación de la Fundación Carmen y Severo Ochoa, todo un legado para la ciencia. 


¿Era física o química?


Para todos los que conocemos y sabemos de la transcendencia de los descubrimientos de SEVERO OCHOA para la Ciencia, en el terrero de la Bioquímica y Biología Molecular en España, no podemos dejar de destacar su lado humano. El fallecimiento de su esposa, tal y como he indicado, le produjo en mas que enorme vacío; una mujer que era siempre receptora de un trato mas que esquisito y cariñoso por parte de su marido. Es a su  esposa, Carmen, a la que dedica éstas mas que hermosas palabras: "En mi vida hay algo que ha merecido la pena y no es la investigación científica, sino el haber tenido su amor. ¿Como puede sorprenderse nadie de que diga que mi vida sin Carmen no es vida?"
SEVERO OCHOA era un hombre de una atractiva personalidad. Era modesto, tolerante y de una gran honestidad, además de poseedor de un sentido mas que especial de la ética, el amor y la amistad. Gran amante de la Naturaleza y del Arte, es lo que podemos calificar como un HOMBRE BUENO. 


Un ejemplo a seguir

Para las generaciones posteriores de científicos debe ser un referente, no sólo por sus logros profesionales, sino por la calidad humana que siempre le acompañó, y que hizo de este hombre, todo un símbolo de lo que la Ciencia y la Humanidad es posible UNIFICAR, y todo ello con el mejor de los legados: "Si os apasiona la Ciencia haceros científicos. No penséis lo que va a ser de vosotros. Si trabajáis firme y con estusiasmo, la Ciencia llenará vuestra vida....
SEVERO OCHOA siempre vivo en nuestra memoria, siempre vivo en nuestro mas encomiable recuerdo.




EN EL FONDO DEL HOMBRE

En el fondo del hombre
agua removida.
En el agua mas clara,
quiero ver la vida.
En el fondo del hombre,
agua removida.
En el agua mas clara,
sombra sin salida.
En el fondo del hombre
agua removida.

(MIGUEL HERNANDEZ)

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