Buen día, estimados amigos, aquí de nuevo, intentando, como cada día, haceros lo mas variados posible los contenidos de este pequeño espacio.
Ya ha pasado un año desde que me inicié en un recorrido personal, y que pretendí desde el primer momento compartir con vosotros, por el mundo del Arte, la cultura, en todas sus formas de expresión, eso sí, en un lenguaje coloquial, que es el mío, el de un aficionado que intenta aprender.
Es por ello que hoy lo voy a dedicar a una obra en exclusividad, concretamente un grabado en madera, que podemos admirar en el British Museum, de Londres.
Su autor es ALBERTO DURERO, nacido en Alemania, en 1471 y fallecido en 1528, considerado como el mas insigne representante del Renacimiento en lo que es la Europa septentrional, donde desarrolló su trabajo, y donde vieron la luz sus grabados, que sirvieron de impulso a las ideas y al estilo renacentista.
Su formación lo fue en una escuela latina y también gracias a su padre que era orfebre, y a un reconocido pintor de su ciudad natal, Michael Wlgemut.
La Gran Pasión
La Vida de la Virgen
Era frecuente en los jóvenes artistas de la época, y de las siguientes generaciones, pues era una especie de tradición, que una vez acabados sus estudios, viajaran a distintas ciudades con la finalidad de conocer la obra de otros artistas; eso fue lo que hizo Alberto Durero, viajando a Venecia y a distintas ciudades Alemanas, donde aprovechó las influencias de Mantegna y Giovanni Bellini.
Fue en su Nuremberg natal donde abrió su propio taller, para dedicarse a la pintura, poco después de contraer matrimonio.
Podemos citar las series de grabados EL APOCALIPSIS, LA GRAN PASION y la VIDA DE LA VIRGEN, que si bien son desde el punto de vista de la temática un tanto convencionales, para nada lo fueron si consideramos su técnica. En todas ellas encontramos una figuras que aparecen plenas de expresividad, con características esculturales y muy bien definida en base a los detalles con los que aparecen representadas; es precisamente, ese detalle, la minuciosidad la característica mas sobresaliente del estilo de Durero.
El martirio de las diez mil
Su trayectoria profesional se desarrolla en algunas obras de grandes dimensiones, como EL MARTIRIO DE LAS DIEZ MIL, realizada después de su viaje a Italia, y en la que se muestra toda la riqueza colorista, llena de dinamismo, de la tradición veneciana. Dos piezas fundamentales de su obra son ADAN Y EVA, trabajadas ambas a tamaño natural.
Una obra de las características de Alberto Durero le llevó a la corte del emperador Maximiliano I, así como a la de Carlos I. Para el primero hizo retraros de carácter, en unión de Autorretratos, pues es hecho constatado que Alberto Durero gustó durante su vida de servirse del autorretrato.
San Jerónimo en su celda
El caballero, la muerte y el diablo
No obstante, su obra fundamental la lleva a cabo en el GRABADO, donde se nos muestra en todo su genio artístico, y así lo vemos en EL CABALLERO, LA MUERTE Y EL DIABLO, SAN JERÓNIMO EN SU ESTUDIO y la triste MELANCOLIA I. Fue una obra en particular la que le sirvió para dejarnos como legado, al final de sus días, LOS CUATRO APÓSTOLES, una obra de un mas que preciado colorido y que viene a reflejar todo el estudio que durante su vida había realizado sobre la figura humana.
Los cuatro Apóstoles
El grabado LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS constituye el cuarto grabado de los quince con los que Alberto Durero nos ilustra el Apocalipsis. Su publicación tuvo una gran repercusión y mas que reconocido éxito. En el mismo, Durero utiliza líneas entrecruzadas y paralelas, cuyo objetivo es el de crear luces, sombras y volúmenes, a la vez que la composición en diagonal de los jinetes aumenta el dinamismo que se desprende de la obra.
El tema del fin del mundo era muy recurrido durante la última década del siglo XV, pues había muchas personas que lo creían muy cerca. En la Biblia, los cuatro jinetes hacen su aparición después de la ruptura de los cuatro primeros sellos del Libro Sagrado, sostenido por el Cordero de Dios. La identidad de los jinetes varia en la composición que lleva a cabo Durero; el primer jinete, por la derecha, sostiene un arco, representando la peste; el segundo, lleva en sus manos una espada, representa a la guerra; el tercero, curiosamente, lleva una balanza vacía, representa la hambruna, y el último, el cuarto, que es el que arrastra a la gente hacía el infierno, representa, evidentemente, a la muerte.
Podemos apostar por el hecho de que el tema nace de la profecía de Zacarías en el Antiguo Testamento (Zacarias 6, 1-7), en el que se habla de los cuatro carros, cada uno de ellos con caballos de distintos colores y en la que se refiere a éstos como "los cuatro espíritus de los cielos"
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Detalle de la parte inferior del grabado
Detalle de la parte central del grabado
Si nos detenemos en algunos de los detalles del grabado en cuestión, en la zona superior del mismo puede verse un ángel, con un gesto que parece ser de bendición.
En la parte inferior izquierda del grabado nos encontramos con una especie de terrible monstruo, que era tal y como se representaba al demonio en la Edad Media; es curioso que le veamos como devora a un hombre que va vestido con una mitra y una corona imperial de obispo, con el que viene a demostrar que la muerte triunfa sobre toda la humanidad, desde el que tiene mas poder al que tiene menos.
La Muerte, suele estar representada portando una guadaña, y así vemos en la parte inferior izquierda, al cuarto jinete que lleva una especie de tridente, lo cual viene a transmitirnos el mensaje de destrucción y devastación de la humanidad con una fuerza implacable.
Y es curioso un detalle, la balanza de la hambruna que, facilmente podemos comprobar como se balancea, en tanto el conjunto cabalga a toda velocidad, nos da una idea mas del movimiento del conjunto.
Y para terminar, y volvemos donde comenzamos......
Adán y Eva, por Durero
BUEN DÍA A TODOS
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