martes, 18 de noviembre de 2014

VERSALLES: EL PARAISO EN LA TIERRA.




Buen día a todos, espero haya sido de vuestro agrado el "post" del día de ayer sobre el fotógrafo "Edwin Smith", aprovechando que la fotografía es una de las disciplinas artísticas que mas gustan a todos.



Mas hoy he decidido dar un paseo, y creo que bien ganado, por uno de los palacios mas bellos del mundo, cuyo jardín era y es una auténtica delicia. Yo, que lo conocí personalmente hace años, ha dejado en mi recuerdo,  una mas que bellísima muestra del buen quehacer del hombre, pero también de su soberbia y afán de inmortalizarse, así como de su falta de humanidad hacia todos aquéllos que vivían en la mas absoluta de las miserías, en tanto los habitantes de Versalles disfrutaban de un mas que auténtico "paraiso en la tierra".


Fachada del reloj

Ilustración de Versalles antes de la reforma

No miento si digo que ningún otro palacio, incluido su jardín de carácter típicamente barroco, poseía una identidad tan característica como la que llegó a alcanzar Versalles, ciudad que se encuentra situada al sudoeste de Paris.


Ilustración de la época de Luis XIV



Interior del Palacio

Capilla del Palacio

Fue gracias a Luis XIII, cuando a comienzos de 1623 se empezó a construir en dicha ciudad un pequeño palacio rodeado por agua. Por entonces, y según la costumbre renacentista, se trataba de un complejo formado por cuatro alas agrupadas alrededor de un patio cuadrado. Con el tiempo la cuarta ala se sustituyó por una arcada algo mas baja, al ser destruida como consecuencia de la ampliación del palacio, en el año 1661.


Cámara de la Reina

Dormitorio Maria Antonietta


Es por entonces cuando el conocido Luis XIV, al que todos llamaron El Rey Sol, fue el que se dedicó intensamente a todos los asuntos de gobierno del pais, manteniendo todo bajo su control, y ello hasta 1715, de ahí su apelativo de "El Rey Sol". Este periodo marca el comienzo de la Ilustración que se vio culminado con el absolutismo que caracteriza el siglo XVIII.


Gran Trianon

Fuente


Cuando el palacio Vaux-le-Vicomte se culminó de construir en Paris, como residencia del Ministro de Economia Nicolás Fouquet, el nuevo rey Luis XIV que acababa de tomar posesión de la Corona, hizo llamar al arquitecto del mismo Louis del Val, al decorador de interiores Le Brun y al diseñador de jardines André Le Nôtre, quienes habían sido los que habían trabajado en aquél. 
A todos ellos Luis XIV les conminó a que hicieran un palacio de  grandes proporciones, que debía convertirse en el símbolo de la unidad nacional y ofrecer al mundo el poder real de su persona y de su reino.


Fuente

Tanto es así que en 1661 empezó el revestimiento del antiguo palacio, a tenor de los planos de Le Vau; entre 1668 y 1671 se amplió el patio de honor con dos alas cuyos extremos fueron completadas con enormes fachadas de templo. De igual manera, se amplió la fachada, cuya anchura quedó determinada por la unión entre las alas del patio y que Le Vau trató de dividir en dos pabellones angulares, para situar en su interior las salas de la paz y de la guerra. Ambos pabellones quedaban unidos a través de una terraza sobre la planta baja; de esta forma el primer piso, el del rey, daba la sensación de ser el piso principal.


Vista general

Fue el también arquitecto Jules Hardouin Marsart, quién tomó las riendas de las obras en el año 1678, y sobreedificó la terraza con la mas que espléndida Galería de los Espejos. De esta forma obtuvo, de una parte, una fuente infinita de luz y de otra, y como consecuencia del siempre conocido truco de los espejos, una especie de prolongación de la misma hasta el infinito, algo más que típico del ilusionismo barroco.
La sala, cuando se iluminaba por centenares de velas, ofrecía al expectador una imagen sobrenatural, en la que se celebraban todas las mas que fastuosas fiestas.
Como consecuencia de la sobreedificación de la terreza, hubo de construirse a ambos lados sendas alas, con lo que la fachada que daba al jardín alcanzó la longitud de 576 metros.




La ostentación que ofrecía la construcción empezó a hacer justa correspondencia con la consideración que el rey Luis XIV tenía de sí mismo, como encarnación personal del propio estado y como gobernante absoluto.

Luis XIV

Cámara del rey

Todos estos detalles  también podemos observarlos en la explanada y el gran patio de honor que, a partir de 1742, y durante el reinado de Luis XV, fue nuevamente ampliado con dos edificios laterales; uno de ellos obra de Ange-Jacques Gabriel y el otro que fue construido en el siglo XIX, siguiendo el modelo del primero. De esta forma todo el complejo del palacio alcanzó una profundidad de 407 metros, y con lo que no serían capaces de ser superadas jamas en ningún castillo en Europa.



Le Nôtre comenzó con el diseño del jardín en el año 1667. Es así que junto al palacio, entre la cuenca de Neptuno al norte y la orangerie, al sur, a las que conducen dos escaleras de veinte metros de ancho con cien escalones cada una de ellas, se dispuso el llamado "parterre dorado" del barroco (en francés, broder, ya que la naturaleza se convirtió en un ornamento o decoración en forma de bordado), contaba con una amplia superficie de setos cortados a baja altura que forman un dibujo regular.
Si nos situamos en el eje principal rectangular que parte del palacio podemos encontrarnos con la Bassin de Latone y el Tapis Vert (64 x335 m), así como la Bassin d´Apollon (82 x 116 m), la cual queda un poco mas al fondo. 
Rodeada por bordados vegatales, enmarca la estatua de pie del dios Sol, situada sobre un coche tirado por corceles y tritones (dioses del mar), con los que se identificaba el rey. Esta especie de balsa constituye el centro del sistema radial, axial y estrellado que recorre el jardín. No obstante, a causa de la cantidad de árboles existentes, que ya sobrepasa en altura y en número las iniciales previsiones de sus creadores, este sistema no puede observarse claramente.




El gran canal, con una extensión de 1560 metros de longitud adorna brillantemente la extensión del espacio exterior. A su vez, está atravesado por un canal algo mas pequeño, en cuyos extremos tenemos dos palacios de recreo: el Grand Trianon, construido por Mansart y Robert de Cotte entre 1687  y 1688 y el Petit Trianon, edificado por J.A. Gabriel entre 1764 y 1768. Cuando falleció Luis XIV, la corte prefirió hacer uso de ambos frente al gran palacio imperial de Versalles.

Gran Trianon

Petit Trianon




Sin lugar a dudas, la construcción de tan delicioso monumento a la alabanza del poder absoluto, trajo las consecuencias  que todos conocéis; el pueblo padecía   hambrunas, enfermedades, vivía en unas condiciones prácticamente infernales, en tanto la Corte, refugiada en Versalles, hacía oidos sordos a la marea humana que desencadenó que el sueño de un Rey, diera paso a una de las Revoluciones mas que justificadas que ha conocido la Historia. El Sol es el astro Rey, ningún humano puede quitarle su estatus.




"L´ÉTAT C´EST MOI"
(Va a ser que NO)

BUEN DIA A TODOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario