miércoles, 21 de marzo de 2018

LA BIBLIOTECA DEL MONASTERIO DE ADMONT-AUSTRIA-.

Abadía de Admont-Austria

Bienvenidos a un nuevo día en el que tendremos la ocasión de conocer la biblioteca monacal más grande del mundo, situada en la Abadía de Admont, en Estiria (Austria), de la que dependen 27 iglesias.
Este monasterio fue fundado en el año 1074 por el que fuera Arzobispo Gebhard de Salzburgo, gracias a Santa Emma Gurk, condesa de Friesach y Zelschach, quien donó las tierras para la construcción de un monasterio, si bien ésta no empezó hasta el 1072, trascurridos más de veinte años de la que fuera su benefactora.

Abadía de Admont, en 1681


Esta abadía llegaría a ser conocida rápidamente, estando considerada uno de los monasterios más reconocidos del sur de Alemania y Austria, en gran parte gracias a la escuela de escritura, que la hicieron famosa como centro cultural y espiritual de la Edad Media.
Sin perjuicio de todo lo que de arte podemos encontrar en la construcción del edificio, como la cruz gótica de la capilla realizada por Andreas Ackner, en 1518, debemos destacar la adición, en 1644 de un colegio y poco después una escuela de bordados, que llegó que producir unos textiles de excelente calidad.
Lo que es el altar de la iglesias está dedicado a la Virgen María, y en el mismo está ubicada una pintura barroca de María Inmaculada, datada en 1726 y obra de Martino Altomonte.



No obstante, lo que más atrae la atención del visitante y que es motivo de admiración es la bellísima biblioteca, diseñada a finales del siglo XVIII por el arquitecto austriaco Joseph Hueber, siguiendo el encargo del monarca Abbot Matthäus Offner.
Destacan sus setenta metros de largo, catorce metros de ancho y trece metros de altura, lo que la convierte, como ya antes he indicado en la biblioteca monacal más grande del mundo.



Alberga alrededor de 200.000 volúmenes, que nos permiten disfrutar de un total recorrido por la historia universal. Del total de estos 200.000 libros, 70.000 han sido ya restaurados, y ello sin contar 1.400 de manuscritos, siendo el más antiguo el procedente de la Abadía de San Pedro en Salzburgo, regalo de su fundador, el arzobispo Gebhard, quien acompañó a los primeros monjes cuando se asentaron en el monasterio,así como una biblia gigante del siglo XI, la biblia de Lutero y la edición original de 1758 de la Enciclopedia de D´Alembert y Diderot y un total de 900 incunables que podemos encontrar en sus estanterías.
Entre otras joyas artísticas se encuentra el manuscrito iluminado conocido con la Biblia de Admont.



Y todo ello sin perjuicio de una más que destacada sección dedicada a las ciencias y la historia que es consultada habitualmente por numerosos investigadores.
El techo situado a trece metros de altura lo constituyen siete cúpulas, decoradas por el que fuera pintor barroco austríaco Bartolomeo Altomonte, que son de una belleza excepcional, a través de las que lo divino y de lo humano se confunden.
El suelo es de mármol en tablero, salpicado de esculturas que representan a la Muerte, el último juicio, el Paraíso y el Infierno 
Amén de las cúpulas del techo, en la biblioteca en cuestión se encuentran esculturas que obedecen al nombre de Las Últimas Cuatro Cosas, cuyo autor es Josef Stammel.



La luz llega a través de 48 ventanas y la arquitectura y el diseño vienen a darnos a conocer los ideales de la ilustración, dando lugar a un sugestivo contraste, rompiendo la tradición de que las bibliotecas tendían a ser lugares oscuros, algo que no ocurre con este deliciosa biblioteca en la que triunfa la luz.



La Abadía fue asolada en 1865 por un incendio del que, afortunadamente, se salvó la biblioteca, lo que llevó a la consiguiente restauración de todo el edificio.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue requisada por los nazis, más gracias a la ayuda recibida por la Unión Europea, todo el conjunto fue, una vez más, restaurado en 2004, y se restringió el número de visitantes al año, no pudiendo superar la cifra de 70.000, con la finalidad de preservar la belleza artística del conjunto.



Un visita imprescindible que, sin duda, quedará para siempre en nuestro recuerdo: la Abadía de Admont y, por supuesto, la extraordinaria BIBLIOTECA.

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.
www.porconocer.com

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