Más algunas de esas tradiciones no son solo curiosas, sino realmente macabras, como es el caso de la que vamos a tratar en este artículo y que tiene su origen en China.
En China, y en diferentes zonas del país, existe una creencia según la cual un joven que ha fallecido en estado de soltero no tendrá una vida feliz en la otra "vida" y su alma nunca descansará en paz, si no encuentra una "esposa".
Es así que la creencia en otra vida en el más allá está más que extendida en China, amén del culto a los antepasados. En virtud de ella los vivos no solo deben honrar a sus familiares fallecidos, sino que también deben de ocuparse de sus necesidades en esa otra vida.
Asimismo, en esta sociedad se concibe que es del todo fundamental el hecho de contraer matrimonio y tener hijos, es más incluso si uno de los hijos no se casa, supone una infelicidad para la familia. Es por ello que los padres intentan por todos los medios encontrar una buena esposa para su hijo.
No obstante, podemos remitirnos siglos atrás en la época de la dinastía Shang (1766-1122 a.C.) en la que existía una especie de matrimonio similar conocido con el nombre de quianzang -reentierro- o jiashang, traducido como "casar a los que han muerto jóvenes".
La práctica del "minghun" ha seguido existiendo con el paso del tiempo y ello pese a que el régimen comunista chino hizo todo lo posible para erradicar la citada tradición, algo que no fue posible al estar vinculada a religiones populares. El nombre de "minghun" deriva de la unión de dos términos "ming" y "hun". El primero de ellos significa "oscuro" o "profundo", y se refiere al mundo de los muertos; el segundo de los antedichos términos significar "casarse"; es así que se le conoce popularmente como matrimonio de ultratumba.
En este tipo de "matrimonios fantasma" es decisiva la intervención de una especie de "casamenteras", que se ocupaban de arreglar este tipo de enlaces, sirviéndose una una curiosa práctica consistente en dejar un objeto en la calle a nombre del joven soltero fallecido, -generalmente un sobre color rojo, ya que dicho color está vinculado al éxito, el amor y el dinero, en la cultura china-, y esperar a que una joven lo recogiera. Y es que esta mezcla de tradición y superstición llegó a tal extremo que pocas eran las chicas que rechazaban tales uniones.
Es por ello que la ceremonia del "minghun" tiene lugar poco después del fallecimiento del joven soltero, pues se necesita de todo un ceremonial que incluye desde la búsqueda de la "novia fantasma", que puede ser otra joven recientemente fallecida, hasta los preparativos de boda, la entrega de regalos e incluso un nuevo enterramiento para la pareja, que se conoce como "tongxue". Este tipo de ceremonias no difieren de una boda normal, pues aunque los los contrayentes están dentro de sus respectivos ataúdes, se celebra con música y banquete nupcial.
Las ceremonias se desarrollan de forma que el "novio" aparece acompañado de su familia y es recibido por la de la "novia", para a continuación dirigirse al que será su nuevo hogar -el de la familia del marido-. Será en este lugar donde se desarrollen todos los actos relacionados con la ceremonia y el festejo.
Con todo ello, los esfuerzos de la nueva sociedad china encaminados a erradicar este tipo de práctica, ha traído como consecuencia que el "mercado" de "novias fantasma" se haya visto reducido, lo que ha dado lugar al crecimiento de un singular negocio que consiste en desenterrar a jóvenes fallecidas para que sirvan de "esposas" a los hijos muertos de las familias en las que aún se mantiene esta tradición.
Un negocio más que morboso, pues una "novia fantasma" puede alcanzar el precio de 5.000 dólares, eso sí, previa "tasación" del cuerpo en función de la antigüedad del fallecimiento y la edad de la fallecida, amén de otras circunstancias como el hecho de que fuera hermosa y virgen.
Directorio Hispano de las Artes
https://www.historiasdechina.com
www.ub.edu
No hay comentarios:
Publicar un comentario