viernes, 5 de marzo de 2021

EL BOSQUE DE OMA.- LA NATURALEZA EXPRESIÓN ARTÍSTICA.



La Naturaleza, los bosques, los árboles pueden servir de inspiración artística de la misma forma que pueden convertirse en el medio para expresar nuestras emociones cuando los contemplamos, y es nuestra la intención de transmitir un mensaje.




En el conocido como EL BOSQUE DE OMA, su creador, el artista vasco Agustín Ibarrola Goicoechea (Bilbao -España-, 1930) nos hace partícipes de sus sentimientos para con la sociedad, apostando por la utilización de materiales nobles, los cientos de pinos que abundan en este bosque.



Es justamente el escenario escogido por Agustín Ibarrola el que llama poderosamente la atención del espectador, del paseante que se decide por caminar entre árboles, haciéndonos conscientes de lo que es la inmensidad que nos rodea; en definitiva, este bellísimo y natural mural es uno de los más hermosos y significativos que existen en nuestro país.


AGUSTÍN IBARROLA se inició en la pintura de forma autodidacta, si bien fue al final de los años cuarenta del pasado siglo XX cuando se trasladó a Madrid, becado con la finalidad de estudiar en el taller de Daniel Vázquez Díaz, explorando el cubismo.

Fue gracias al conocimiento del escultor vasco Jorge de Oteiza, como Agustín Ibarrola aprendió la división y análisis del espacio siguiendo las teorías constructivistas. En París, destino de todo artista que desee aumentar su visión del arte, llegó a reunirse con diferentes artistas españoles, afincados en dicha ciudad y fue con José Duarte, Ángel Duarte y José Serrano con quienes fundó, en el conocido café Rond Point, el Equipo 57.



Gran activista social, los años 60 le llevaron a participar de la política, siendo detenido y encarcelado por sus ideario próximo al comunismo en el penal de Burgos, más ello no le impidió seguir participando de la activa vida social de dicha etapa y volvió a la cárcel en 1967.

Es por tanto su vida personal la que cobra forma en su trabajo artístico, a modo de denuncia de las carencias del mundo del proletariado y del mundo rural.



El BOSQUE DE OMA es una singular obra artística concebida entre los años 1982 y 1985, que se puede encuadrar dentro de lo que se llama LAND ART; este bosque está situado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y cobra vida en función de una serie de árboles en los que se han realizadp pintadas que, miradas desde diferentes perspectivas, vienen a componer diversas figuras geométricas, humanas e incluso, animales. Su creación fue una forma de expresión por parte de Agustín Ibarrola de la relación existente entre la naturaleza y la presencia humana.



Es así que tomando a los árboles como lienzo y con fondo del mismo el paisaje, Agustín Ibarrola dio vida a uno de los espectáculos artísticos más hermosos y singulares que han convertido a este enclave en punto de atención por su belleza y su mensaje; en definitiva, lo que venimos a encontrar es una galería de arte al aire libre, una inmensa galería con más de 4 hectáreas de extensión, llena de vistosos colores y formas.



Todo un espacio que se convierte en magia, añadida a la que ya la Naturaleza aporta, los ojos y las sombras que en los árboles aparecen dibujados cobran vida y nos ofrecen una visión colectiva reflejo de lo que es la colectividad humana.


Desgraciadamente, en 1993, al igual que otras obras de autores como Jorge Oteiza y Jon Iturrarte, el Bosque de Oma sufrió diferentes atentados por motivaciones políticas, de ahí que algunos de los árboles tuvieran que ser talados.

Esta triste circunstancia llevó a su creador, Agustín Ibarrola a abandonar su Euskadi natal y trasladarse a Ávila, estableciéndose en una finca que le cedió su amigo y especialista en arte Alfredo Melgar, en 2005, donde a día de hoy sigue trabajando y creando magia con la misma intensidad que lo hizo en su querido Bosque de Oma.




Fuentes:
Wikipedia.
https://biografiasyvidas.com
https://turismovasco.com

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