lunes, 29 de marzo de 2021

LETIZIA BATTAGLIA.- EL TESTIMONIO FOTOGRÁFICO DE LA MAFIA.



La vida profesional de LETIZIA BATTAGLIA puede considerarse todo un acto de valor, el hecho de que una mujer fotógrafa reportera mostrara el terror y la muerte que durante muchos años sembró la mafia italiana, concretamente, la conocida como Cosa Nostra, en Italia..




Nacida en Palermo (Italia), el 5 de marzo de 1935, no fue la suya una vocación temprana, más bien todo lo contrario, contaba 40 años cuando la fotografía se convirtió en toda una "historia de amor", según sus propias palabras.





Fue su infancia la propia de una niña feliz, en el seno de una familia patriarcal y, en gran medida, bastante represiva. No fue hasta los dieciséis años que Letizia consigue salir a la calle sola y se topa con un exhibicionista; ello trajo para la joven la peor de las consecuencias, su padre la obligó a quedarse en casa desde entonces, hogar del que salió para fugarse con el que sería su primer marido, con el que tuvo tres hijos.






A raíz de una infidelidad por parte de la propia Letizia, se divorcia de su marido y pese a que no tenía ningún tipo de formación periodística ni fotográfica empezó a trabajar para la revista L´Ora, llegando a ser la primera fotógrafa de oficio en un rotativo italiano.



Sus fotos son la muestra de lo que es la vida cotidiana en su Palermo natal, abundando en escenas en las que los protagonistas son los pobres y oprimidos; más las imágenes que le llevan a alcanzar la popularidad son las captadas como consecuencia de los crímenes, brutales, provocados por la mafia, una organización como la Cosa Nostra que llegó a contabilizar hasta mil asesinatos por año.




Pese al horror del que es testigo Letizia Battaglia y del que nos da traslado en cada una de sus instantáneas, siempre intentó buscar cierta belleza entre tanto sufrimiento.

Tal fue el valor de esta mujer que en 1979 llegó a realizar una exposición de las víctimas de la mafia, nada menos que en la plaza principal de Corleone; más su peor experiencia vital, tal y como ella misma recuerda, fue otra bien distinta: su paso por la política, toda vez que entre 1985 a 1987 ocupó un escaño en el Ayuntamiento de Palermo, representando al Partido Verde, y después en el Parlamento Regional, debido a que "sin hacer nada", estaba muy bien pagada (evidentemente, la mafia prefería tenerla controlada).





La fuerza de la fotografía de Letizia Battaglia consigue captar la atención del espectador desde la primera impresión, evidentemente, detrás de estas imágenes se sitúa una mujer, también fuerte y de una personalidad arrolladora; el hecho de que se enfrentara con una de las organizaciones criminales más conocida y que documentara sus asesinatos, le valieron no ya el reconocimiento de una sociedad que convivía con el miedo, sino muy a su pesar conocer, de primera mano, lo que era la sangre fresca de tantas y tantas víctimas.





A día de hoy, y después de tantos años de actividad artística, Letizia Battaglia manifiesta haber satisfecho el deseo de vivir apartada de la angustia que suponía su día a día, y prefiere descansar con su pareja, 38 años más joven que ella, después de toda una vida venciendo al dolor y la angustia.

Es de significar que Battaglia ha sido también una mujer emprendedora, quien en 1991 fundó la revista Mediocielo, en la que solo trabajaban mujeres; asimismo, hasta el momento ha sido la única mujer premiada con el Premio Eugene Smith de fotografía social (1995) y en 2009 le concedieron en Nueva York el Cornell Capa Infinity Award.





Todo un ejemplo a seguir el de esta mujer valiente, independiente y luchadora, que siempre tuvo claro qué quería hacer de su vida y que pese a las situaciones de peligro continuo en las que se vio expuesta, siguió adelante con su trabajo, dando una lección al mundo de lo que es la valentía individual frente al crimen organizado y la sociedad que calla.



Fuentes:
https://elpais.com/cultura.
Wikipedia.

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