Vivian Maier
Buen día, estimados amigos, todas las historias tienen su "historia", unas mas emotivas, otras mas sugerentes, pero todas ellas confluyen en un punto: el interés que despiertan entre el público en general.
El caso, o la historia de VIVIAN MAIER es mas que excepcional. Una mujer que durante cuarenta años trabajó de niñera entre Chicago y Nueva York, y que acabó viviendo en la indigencia, mas dejó un legado inestimable una bellísima serie de fotografías captadas por ella misma, en tanto desarrollaba su labor como niñera. Curiosamente, esas fotografías jamás fueron reveladas por su autora, al carecer de recursos económicos para hacerlo.
Documental sobre la obra de VIVIAN MAIER
Una apasionante historia que vamos, incluida yo, a conocer y disfrutar.
El hecho o circunstancia de que la vida y la obra de VIVIAN MAIER haya pasado a ser conocida y reconocida por el público, en general, y por el colectivo fotográfico, en particular, lo debemos a un historiador amateur, John Maloof, quien un día se hizo con una caja llena de rollos de película en una subasta (toda la obra de Vivian Maier, junto con algunas de sus pertenencias se encontraban en un guardamuebles de Chicago, en 2009, cuando ocurrió su fallecimiento). John Maloof se decidió por revelar una parte de los rollos y revenderlo todo en internet. Mas la suerte se cruzó en el camino de Maloof, o no, de VIVIAN MAIER, ya fallecida, ya que que el crítico e historiador de fotografía Allan Sekula evitó que todas las cajas de rollos fotográficos fueran dispersados y empezó realizando un profundo trabajo de investigación sobre la obra de esta singular mujer.
John Maloof se dirigió a los mismos lugares donde habían sido captadas las fotos y a la casa de la familia Genburgs, para la que Vivian Maier había estado trabajando durante diecisiete años como niñera. El resultado fue un descubrimiento: dos enormes cajones, cuyo destino era la basura, y que contenían desde recortes de periódicos hasta carretes fotográficos en color. Nada mas y nada menos que 100.000 negativos, de los que 20.000 o 30.000 aún no habían sido revelados, y el mismo lo fue con éxito. Vivian Maier se había preocupado de colocar los negativos en tiras y tenían además la fecha y su localización. Fue entonces cuando John Maloof buscó información sobre su autora y descubrió que Vivian Maier había fallecido justo dos días antes.
John Maloof quedó fascinado con lo que había tenido en suerte encontrar, y que venía a demostrar la capacidad artística de esta mujer, solitaria y celosa de su intimidad. A ello vino a sumarse la realización de un documental sobre su persona y a dos libros monográficos (Self-Portraits y Street Photographer), que fueron editados por Powerhouse Books.
Podríamos hacer una comparación entre Vivian Maier y Julia Margaret Cameron -precisamente, sobre esta fotógrafa también realicé un artículo-, si bien la obra de Maier es mucho mas amplia no solo en cuanto a la temática, sino también los escenarios.
Mas antes de seguir con la "historia profesional" de VIVIAN MAIER conozcamos un poco de su biografía.
VIVIAN MAIER nació en Nueva York, el 1 de febrero de 1926 y falleció en Chicago el 21 de abril de 2009. Sus padres fueron Maria Jausaud, francesa, y Charles Maier, austriaco, refugiados judios ambos.
Su infancia transcurrió entre Francia y los Estados Unidos, si bien hacia 1930, el padre abandonó tanto a la madre como a la hija, y ambas pasaron un tiempo junto a una mujer que fue pionera de la fotografía, dentro del movimiento surrealista Jeanne J. Bertrand. Puede ser que la afición por la fotografía naciera en la pequeña Vivian a raiz de esta convivencia.
A partir de 1951 vivió en Nueva York, y cinco años mas tarde en Chicago, ciudad en la que pasó gran parte de su vida.
Curioso es el caso de que Vivian Maier hacía fotos y muchas, mas como no podía pagarse el revelado, conservaba carretes y carretes, sin revelar.
En cierta forma era una mujer un tanto compleja, gran amante de los libros de arte, coleccionaba "esquelas de periódicos". Y precisamennte de una de esas esquelas extrajo la historia de una película que realizó en Super 8. La historia era la de una mujer y su hijo que habían sido asesinados. Ello llevó a Maier a ir al lugar de los hechos y empezó a captar imágenes de todo lo relacionado con tan cruento suceso, así como de las gentes que habitaban el lugar.
Demostrado está que Vivian Maier fue una mujer que sabía desenvolverse sola y bien, pues a partir de 1959 viajó a Egipto, Bangkok, Tailandia, Taiwan, Vietnam, Francia, Italia e Indonesia.
Durante bastante tiempo residió en Rogers Park, trabajando como niñera de una familia de Chicago.
Aquellos que la conocieron la describen como socialista, feminista, amén de crítica de cine, lo que no le impedía tener un aspecto poco cuidado, pues generalmente, solía vestir con chaqueta y zapatos de hombre, y la cubría un gran sombrero. Todos se fijaban en que continuamente tomaba fotografías, que nunca enseñó a nadie.
Eso sí, lo primero que pidió Maier cuando entró a trabajar en la casa en la que ejerció de niñera, fue tener una "habitación propia" (al mas puro estilo Virginia Woolf), provista de su correspondiente cerradura.
Entre niños se encontraba a gusto, quizás porque, en definitiva, era una especie de niña grande y que encontraba consuelo y afecto en la infancia.
Eso sí, lo primero que pidió Maier cuando entró a trabajar en la casa en la que ejerció de niñera, fue tener una "habitación propia" (al mas puro estilo Virginia Woolf), provista de su correspondiente cerradura.
Entre niños se encontraba a gusto, quizás porque, en definitiva, era una especie de niña grande y que encontraba consuelo y afecto en la infancia.
Siendo ya mayor y sin poseer bien alguno, tres niños hermanos ellos, a los que había cuidado como niñera se ocuparon de ella, pagándole un pequeño apartamento. Un accidente ocurrido mientras caminaba sobre hielo en 2008, le produjo una herida en la cabeza, por lo que, al no poder valerse por sí misma tuvo que ser ingresada en una residencia de ancianos en Oak Park, falleciendo cuatro meses mas tarde, a la edad de 83 años.
VIVIAN MAIER no deja de ser una fotógrafa callejera, pues su obra es un reflejo de la sociedad en la que vivía. Mujeres, caballeros, niños, animales, ancianos, todos ellos ocupados en sus quehaceres diarios fueron los protagonistas de sus instantáneas, mas no por ello tienen menos valor que una fotografía calificada como "artística" de antemano.
Por el momento, el nombre de VIVIAN MAIER empieza a cotizar en el mundo de los considerados artistas de la fotografía, todo dependerá de lo que, a medida que se vayan revelando sus fotografías, aún quedan muchísimas que no lo han sido, nos demuestren y den la razón de la verdadera naturaleza de VIVIAN MAIER, la de una mujer que supo captar la vida tal como era y es.
En una de las cintas que Jon Maloof encontró, Vivián Maier había grabado su idea del paso de la vida: "Tenemos que dejar sitio a los demás", se dijo. "Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien mas tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez mas, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol".
BUEN DÍA A TODOS
http://directoriohispanodelasartes.com/pura-kastiga/
Fuentes: Wikipedia.
Descubrir el Arte. Num. 195
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