RUTINAS
Nuestros
paraísos artificiales
han
quedado obsoletos,
no
satisfacen nuestras expectativas
de
carácter perentorio,
en
la medida en que nos sabemos
en
demasía uno de otro,
Necesitamos
un cambio de escenario
en
el que la vida conjugue nuevas historias,
actualizar
tantas emociones
desgastadas
por el paso del tiempo
o
la falta de uso.
No
somos nada sin el cambio
de
todo lo que nos rodea,
de
nosotros mismos,
para
obviar la evidente y triste convicción
de
que sólo nos creemos fantasía que sobrevive
en
la medida en la que lo hacen ciertos delirios.
Convertidos
en meros actores del que
es
nuestro exclusivo teatro de marionetas,
ni
siquiera somos capaces de intercambiar
nuestros
roles.
Es
así como yo soy siempre
el
protagonista de tu infinita desdicha:
un
autómata, sin voluntad,
que
sólo atiende funciones básicas,
más
no por ello prescindibles.
Eso
parece intuirse del mero roce
de
nuestros manidos cuerpos.
Rosa
Freyre
Muy buena Rosa, y muy real, como la vida misma.
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