domingo, 7 de enero de 2018

ANNA KARENINA: LA IMPETUOSA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD.


León Tolstoi

Buen día.

Retomamos el ritmo habitual de este blog, el de publicaciones diarias, interrumpido por un pequeño descanso navideño, y lo hacemos, en este caso, con el comentario literario de una de las reconocidas como novelas más memorables de la historia de la literatura universal: ANNA KARENINA.


Anna Karenina, por Aléksei Kolésov

Si existe una frase que me haya marcado especialmente en su lectura, en las muchas lecturas que he hecho desde mi infancia, es con la que se inicia esta obra universal: "Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su manera".
Una frase que puede tener variadas interpretaciones, más para mí la válida es aquella que me viene a decir que la desgracia no siempre nos la trae el destino, el azar o como lo queramos llamar, sino nuestros propios actos, guiados por sentimientos o delirios extremos.



Antes de hacer el comentario de la obra en cuestión, un pequeño esbozo de la vida y, sobre todo, naturaleza de su insólito e increíble autor: LEÓN TOLSTOI.

León y Sofia

Lev Nikooláievich Tolstoi nació en 1828, en Yásnaia Poliana, situada en la región de Tula, a unos 150 kilómetros al sur de Moscú y dentro del seno de una familia de la aristocracia rusa.
Siendo aún un niño sus padres fallecieron, por lo que el pequeño León quedó bajo la custodia y crianza de unos parientes que no le privaron de una educación universitaria, en la Universidad de Kazán, donde en 1944, se matriculó en Derecho y Lenguas Orientales, si bien su carácter terco e incontrolable, amén de que su posición económica era buena, le hicieron desistir de su inicial vocación y regresó a la hacienda familiar, con la finalidad de ocuparse de ésta y, a la vez, formarse de manera autodidacta.

El matrimonio Tolstoi

Pero ninguna de ambas ocupaciones satisficieron sus aspiraciones y es así que en 1851, junto con su hermano mayor se enroló en un regimiento de artillería, en el Caúcaso.
Un año más tarde publicó la que sería su primera obra Infancia, un texto autobiográfico, seguido de Adolescencia, en 1854, y Juventud, en 1856, que le dieron notable fama, junto con sus recuerdos de la guerra de Crimea que recopiló en Relatos de Sebastopol, publicada entre 1855-1856.



Después de un viaje por Europa, y decepcionado por lo que consideraba la fama, se instaló en Yásnaia Polonia, donde fundó una escuela para hijos de campesinos y dar a luz dos de las más grandes novelas de la literatura universal: Guerra y Paz (1865-69) y ANNA KARENINA (1873-78).
En 1862 contrajo matrimonio con Sofia Behrs quien significó para Tolstoi su ama de llaves, su secretaria, su agente, su gestora, y por supuesto, la madre de sus trece hijos, su esposa durante cuarenta y ocho años. Sofia Behrs conocía el hecho de que su marido era un genio y le soportaba todos los vicios que como genio "se podía y quería permitir": el alcohol, el juego, las mujeres y sus grandes cambios de humor".

Tolstoi con dos de sus nietos

Un hecho del todo meritorio es el que copió íntegramente Guerra y Paz, en siete diferentes ejemplares para hacer publicidad de la obra y aceptó con gran resignación y paciencia las ideas de su esposo, un tanto utópicas, sobre las grandes carencias en la vida rural. En puridad, Tolstoi vivía atormentado por la riqueza que siendo niño ya conoció y de la que pudo servirse, lo que le llevó a perjudicar seriamente a su familia, dejándola en la miseria, pues legó a la sociedad los derechos de autor de toda su obra, algo que puso punto y final a la unión del matrimonio.

Sofia y León

Fue así como como después de casi medio siglo de convivencia, Tolstoi abandonó a su esposa e hijos, en busca de una supuesta libertad, que poco le duró pues falleció de una neumonía apenas un mes después de tomar tan poco inteligente decisión en un hombre que era un "genio".

Tolstoi en su lecho de muerte

Y ahora nos adentramos en el maravilloso universo de ANNA KARENINA, en el que podemos descubrir un espacio infinito para los más variados personajes y las cuestiones que les afectan.
Aunque ha sido y lo sigue siendo considerada bajo la temática de historia de un adulterio, no es así, sino que Tolstoi utiliza este medio para hacernos una magnífica exposición de qué forma el destino interfiere en nuestras vidas y hace de nuestras aspiraciones y deseos una continua búsqueda de una felicidad imposible.


Ello lo lleva a cabo mediante la historia de tres parejas, incluída la de Anna Karenina y su marido, cuya relación nos aporta detalles sobre lo que es la convivencia de las personas y la conveniencia de las relaciones que se dicen amorosas.
Las diferentes historias de Anna-Vronski, Levin-Kitty, Daria Aleksándrovna-Oblonski, con denominador común en la presencia de Karenin, nos llevan a intentar descubrir en qué consiste esa felicidad que todos y cada uno de ellos vienen a considerar como tal y el método o métodos de conseguirla, siendo el amor uno de ellos.
Anna Karenina fracasa en su matrimonio con Karenin por la falta de amor, algo que existe como único elemento en su relación con Vronski y que le lleva al mismo fracaso. 
Ese continuo malestar que anida en el corazón de Anna Karenina se va transformando en odio, que ve con rotunda claridad su cada vez más alejamiento de Vronski, a la vez que busca con Karenin la confrontación permanente, en gran medida para satisfacer esa necesidad de expresar todo lo que la atormenta.


Anna Karenina, con protagonista Greta Garbo


Esa tan ansiada felicidad tampoco se ve reflejada en la relación de la pareja Oblonski y Daria Aleksándrovna, marcada por las continuas infidelidades de él, en tanto la deliciosa belleza de Daria se va eclipsando con el tiempo y la maternidad. Este último personaje, diseñado a la medida por Tolstoi, en su afán de retratarnos a la mujer-madre, pura abnegación, es uno de los más trágicos con los que nos encontramos, tanto como el del hijo de Karenin, Seriozha, por el sencillo, pero a la vez terrible hecho de que sus destinos no lo han decidido ellos, sino terceras personas, en el caso de Daria, su infiel marido, en el del pequeño Seiozha, su madre, voluble y caprichosa. Ambos son víctimas, en tanto sus verdugos escriben su propia historia, dejando al paso todo tipo de cadáveres.


Anna Karenina, versión Vivien Leigh
(Con guión de Jean Anouilh)

En la pareja formada por Kitty y Levin observamos una cierta dosis de complicidad y en gran medida de convivencia pacífica, toda vez que, amén del amor como nexo de unión, lo están otros aspectos de la vida, la familia, gustos y afinidades comunes, si bien Levin se plantea, en determinadas ocasiones, aspectos de su vida matrimonial que Kitty no alcanza a comprender, y es ahí donde reside el reconocimiento por parte de Levin de que la total comunión entre esposo y esposa es una quimera inalcanzable.


Anna Karenina, con Tatiana Samóilova
(Auténtica joya cinematográfica)

La lectura de Anna Karenina nos ofrece una visión bastante negativa de las relaciones de pareja, en las que el desgaste de la convivencia, el paso del tiempo y la pérdida de aspectos tan importantes para unos más que otros de la belleza, la juventud y el encanto nos llevan a estados no ya de sencilla indiferencia, sino de odio que busca respuesta donde no la hay.
Y es que frente al amor como protagonista de la relación hombre-mujer, en Anna Karenina afrontamos otro tema: la muerte, una muerte que no sólo lo es física, sino que se refiere al mundo de los sentimientos más positivos dando prevalencia a los negativos, como son el resentimiento, el dolor y el odio.
En Anna Karenina no podemos detenernos en buscar buenos o malos, culpables o inocentes, son todos seres humanos que cometen todo tipo de errores, cuyos aciertos y conductas definen el destino de cada uno de los personajes.
En puridad, cada personaje es como es porque no puede serlo de otra manera.


Anna Karenina, versión Keira Knightley



ANNA KARENINA es una auténtica obra maestra, una obra de arte, nacida de la mano de un hombre extraordinario que se negó a sí mismo, al final de sus días, y que como su personaje sólo se guió por su propio sentimiento, relevando a un segundo o último término, que más da, al resto de su familia y amigos, olvidando que cambiar el mundo personal no se consigue excluyendo a quien te quiere, o significa algo para ti, sino tratando de encontrar respuesta al motivo de tanto resentimiento, que, en gran medida, habita en nuestro interior y en ocasiones es ilusorio.



Anna Karenina fue publicada por entregas, en El Mensajero Ruso, desde el mes de enero de 1875, si bien la última parte de la novela pues en la misma se vertían opiniones sobre los voluntarios rusos que iban ideológicamente en contra la línea editorial, por lo que Tolstoi la editó por su propia cuenta.
La obra completa tardó cinco años en ver la luz, en 1878, en forma de libro, tal y como todos la conocemos.




Nada más cierto y más comprometido tema que el de la eterna búsqueda de la felicidad, argumento que TOLSTOI supo tratar con esplendidez y brillantez, en forma de fábula, ofreciéndonos una increíble galería de personajes que conocen y viven desde los más deliciosos placeres hasta el más terrible de los vértigos: amor y muerte... EROS Y THANATOS.

Disfrutad de esta deliciosa lectura. No os arrepentiréis nunca de cuánta belleza abunda en la literatura que es ARTE.

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes




Fuentes: Wikipedia.
Anna Karenina. L. Tolstoi.
Breve historia del Leer. Charles Van Doren.
Grandes Cartas de Amor. La esfera de los libros.




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