La llamada literatura popular ha sido y es patrimonio de todas las culturas, es así que en España es conocida como "Romances de ciego" o "Coplas de ciego", que se consideran como una forma de la denominada literatura de cordel.
Se considera literatura de cordel al género popular hecho en verso, que puede tener su origen tanto escrito como oral, y debe su nombre a que era distribuida en unos pliegos muy característicos, "pliegos de cordel", a modo de cuadernillos impresos sin encuadernar y que eran mostrados, con la finalidad de ser vendidos, en tendederos de cuerdas. Si bien su origen estuvo en la península ibérica, fueron también populares a las colonias de España y Portugal, y curiosamente, en Brasil.
Sus temas hacían referencia a sencillos temas populares, sucesos, acontecimientos religiosos o profanos, así como a otros, relacionados con sucesos luctuosos.
La imagen que nos viene a la mente cuando hablamos de coplas o romances de ciego es la del mendigo ciego que recorría los pueblos, ganándose la vida a base de cantares que, a su vez, iban recogidos en estos llamados pliegos de cordel, y que ofrecía a cambio de una pequeña limosna. Ello dio lugar con el tiempo a un personaje más que popular en la novela picaresca.
Como he señalado anteriormente los romances o coplas de ciego se imprimían en un pliego doblado hasta alcanzar las ocho hojas, sin encuadernar, si bien iban provistos de dibujos e incluso algunos grabados alusivos a la historia que contaban.
Todos estos pequeños relatos tenían elementos comunes, no ya solo en cuanto a formato, sino a temática y forma de expresión, pues amén del carácter oral, abundaban en todo tipo de detalles, algunos incluso morbosos con el ánimo de atraer a las gentes, e insistiendo siempre en que lo relatado había ocurrido en el mundo real, y no era mera fantasía del autor; generalmente terminaban con lecciones moralizantes.
Entre los romances de ciego más populares destacan: Las 299 novias por 5 céntimos, Doña Teresa de Rivera, Los calzones y las alforjas, El crimen de la Ermita del Cristo del Otero, El Crimen del Ceclavín, Una hija mata a su madre porque quería casarla contra su voluntad..
Dos grandes especialistas en este tipo de literatura oral fueron Julio Caro Baroja y Joaquín Díaz González, este último músico e investigador, quien publicó en 1979 un trabajo con el título de Romances de Ciego, una serie de piezas musicadas por él mismo y José Delfín del Val y Candeal.
El gran genio de la pintura Francisco de Goya retrató escenas de Romances de Ciego en sus famosos cartones para tapices y grabados.
La extraordinaria difusión que desde sus inicios allá por la Edad Media adquirieron los Romances de Ciego se debió en gran medida a su escaso coste, su fácil transporte, la presencia de grabados y dibujos que hacían más comprensible su lectura y la figura del ciego a modo de transmisor de la cultura/historia popular. Ambos elementos, el ciego y el pliego llevaron a cabo una función social durante más de cuatro siglos, hasta su decadencia coincidiendo con los años de la posguerra en España y su total y posterior desaparición.
Directorio Hispano de las Artes
Wikipedia.
www.cervantesvirtual.com
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