martes, 17 de noviembre de 2020

LA SALA DEL TESORO DEL PALACIO COSTABILI (FERRARA-ITALIA)



Viajar a Italia es el sueño de todo amante del arte, el anhelo de toda persona que desea vivir la esencia de la belleza, no en vano sabemos del llamado "Síndrome de Stendhal", denominado así por el famoso autor francés Stendhal (seudónimo de Henry-Marie Beyle), quien nos ofreció la primera descripción detallada de todo un conjunto de síntomas que experimentó en su propia persona, en 1817, durante su visita a la basílica de la Santa Cruz en Florencia y que publicó en su libro: Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio:

"Había lleggado ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimiento apasionados. Saliendo de la Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme".



Sea Florencia, Milán, Ferrara, el sentimiento que aturde al viajero ante la belleza artística que vamos descubrimiento a medida que  Italia nos sorprende se va superando en cada ciudad.

Si hacemos escala en la ciudad de Ferrara, municipio italiano de la región de Emilia-Romaña, situada sobre el rio Po de Volano, nos encontramos con una estructura urbanística  que se remonta al siglo XIV, gobernada por entonces por la familia de los Este.


Está reconocida como Patrimonio Mundial de la Humanidad, en 1995 -su centro histórico-, ampliado al delta del Po, en 1999, y todo ello gracias a su diseño como tal ciudad por parte de Biagio Rossetti, que la convirtió en la primera ciudad moderna de Europa.

Indudablemente una ciudad de la naturaleza de Ferrara alberga innumerables tesoros, de toda índole, si bien hoy dedicaremos este espacio a una sala o habitación conocida como la "Sala del Tesoro".


Y para conocer de la misma nos dirigimos a un palacio el llamado PALACIO COSTABILI, encargado por el noble Antonio Costabili, a la sazón persona de renombre en la corte del duque de Ferrara y embajador de Este en Milán, cuyo diseño fue realizado por el arquitecto Biagio Rossetti, y cuya construcción, según los historiadores, fue idea de Ludovico il Moro, a fin de garantizarse un exilio seguro y fortalecer sus relaciones de familia con los Este, como marido de Beatrice y tío de Ana Sforza.


El eje central de este hermoso palacio es el patio de honor, cuya decoración escultórica debemos a Gabriele Frisoni, realizada en piedra blanca, y al que también se debe la extraordinaria escalera de mármol que sube a la zona noble.


Y una joya pictórica, pintada al fresco en 1506, muestra del más puro Renacimiento, es su SALA DEL TESORO.

Esta estancia fue pensada originariamente para ser destinada bien a sala de música, bien a biblioteca, decorada por Benvenuto Tisi, conocido como Garofalo, uno de los representantes de la escuela renacentista de Ferrara.



Dado el triste hecho de que la sala en cuestión fue utilizada para las más diversas actividades, incluso como leñera, las consecuencias fueron terribles para la bóveda de mampostería, que sufrieron una importante deformación, así como innumerable fisuras.

Entre los años 2005 a 2008, y después de diferentes estudios destinados a la mejor forma de restaurar los daños, se llevaron a cabo importantes trabajos de restauración en la bóveda, y por supuesto, en las superficies pintadas.




La singularidad de esta curiosa bóveda reside en el hecho de su decoración, pues si miramos hacia arriba quedamos sorprendidos ante la visión a ambos lados del techo de un gran balcón del que cuelgan alfombras orientales; es más, una galería de personajes, que portan instrumentos musicales, nos observa desde arriba...; es un escaparate de la aristocracia de la época, destacando su elegancia. Como fondo de la balconera, se dibuja un cielo azul y como adorno al mirador ramas con frutas, atadas a la balustrada. La habitación es, en definitiva, lo que se conoce como un "hortus conclusus", una especie de jardín secreto y privado con el que el propietario del palacio obsequiaba a sus visitas.



Más no todo queda aquí sino que en el centro de la balconera, un bellísimo rosetón realizado en madera tallada y dorada y una falsa arquitectura hace de cubierta y también de decoración.

Alrededor del rosetón se pueden admirar una serie de medallones con escenas mitológicas e historias de la antigua Roma, que forma un delicioso friso.





La pintura del techo se unió a la de las paredes hacia 1517, consiguiéndose un decoración a base de velas, pechinas y lunetas en las que se represente el mito de Eros y Anteros, obra literaria del escritor humanista Celio Calcagnini, gran amigo de Costabili.

Desde su construcción y hasta el día de hoy, con la extinción de la familia Costabili, el Palacio Costabili sufrió una continua degeneración.

En 1920, el Estado lo compró a las entonces familias propietarias del mismo, Giovannini y Antonori, en una situación ruinosa y gracias a las obras de restauración llevadas a cabo a partir de 1932, empezó a ser utilizado como museo.



Gracias a la labor del Ministerio de Bienes y Actividades Culturas, y el Ayuntamiento de Ferrara, a partir de los años 90 del pasado siglo XX, este bellísimo enclave, amén de su decoración pictórica y su jardín, han vuelto a recuperar su indescriptible belleza.


Blog incorporado al

Directorio Hispano de las Artes


Fuentes:

Wikipedia.

Historia.National Geographic.

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