Artista polifacético, EMILIANO AUGUSTO CAVALCANTI DE ALBUQUERQUE E MELO, más conocido como DI CAVALCANTI desarrolló su trayectoria artística dentro del campo de la caricatura, la pintura, el diseño, fundamentalmente de joyas y tapices, la ilustración, el grabado, el muralismo, y además, la escritura; por todo ello, está considerado como uno de los artistas de vanguardia más importantes del siglo XX no ya en Brasil, sino en toda América Latina.
Emiliano Di Cavalcanti nació en Río de Janeiro -Brasil-. el 6 de septiembre de 1897, iniciándose en el dibujo como alumno del pintor Gaspar García Puga hacia 1908; seis años más tarde publicó su primer trabajo como caricaturista en la Revista Fon-Fon.
Su vocación artística no le impidió formarse, matriculándose en la Facultad de Derecho, estudios que no finalizó, y participando a la vez en el Salón de los Humoristas en 1916. Un año más tarde el hecho de trasladarse a Sao Paulo marca un importante paso en su trayectoria, y todo ello gracias a la convivencia con artistas como Mário y Oswald de Andrade, Tarsila do Amaral, Anita Malfatti y Brecheret. Asimismo, son frecuentes sus visitas al taller del pintor, que ejercía también como profesor, el impresionista alemán George Elpons. Es mismo año de 1917 se estrena en la que fuera su primera exposición individual en la redacción de "A Cigarra", en Sao Paulo y en 1921 participa en la ilustración del libro de Oscar Wilde "Balada do Cárcere de Reading".
La trayectoria artística de Di Cavalcanti está ya del todo afianzada, máxime cuando en 1922 organizó la conocida como Semana de 22 (Semana de Arte Moderno), en el Teatro Municipal de Sao Paulo. Esta circunstancia está asociada al tema pictórico que traslada a sus obras, las mulatas, personajes que llegan a convertirse en el tema predilecto de su trabajo.
Con independencia de ello, Di Cavalcanti también pintó paisajes, jarros de flores, bodegones, escenas populares: carnaval, samba, lo que le convierte en el más brasileño de los pintores brasileños.
En 1923 Di Cavalcanti viajó a Europa donde tomó contacto con grandes de la pintura como Picasso, Braque, Matisse y Léger; quedando influenciado por la obra de otros grandes como Gauguin, Delacroix... Fue la suya una trayectoria que quedó, asimismo marcada por diferentes corrientes de vanguardia, como el cubismo de Picasso o el expresionismo, más sin olvidar sus propias raíces en las que abunda una especial sensualidad tropical.
Es con los pintores muralistas mexicanos con los que comparte ideología (Di Cavalcanti ingresó en el partido comunista en 1929), siendo apresado en 1932 durante la que fuera Revolución Constitucionalista de 1932.
Su capacidad artística inabarcable se manifiesta también el diseño de deliciosas joyas y singulares tapices.
En 1971 el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo expuso una retrospectiva de su obra, después que de fuera reiteradamente premiado, reconocido y aplaudido en distintos países europeos.
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