sábado, 26 de abril de 2014

PEPITO ARRIOLA: El pequeño "MOZART" español.


Buen día, otra vez con vosotros nueva cita, a mí me encanta, a vosotros, espero que también, si sois reincidentes. 
Para hoy os he elegido un tema que me ha sugerido un gran amigo, y que yo, sinceramente, desconocía, la historia de un niño, un niño muy especial: PEPITO ARRIOLA, al que se conocía como el "Mozart" español, por la precocidad de su genio musical.
Así que si os parece bien, sin mas rodeos entramos de lleno en esta historia llena de encanto y de música.





José Rodriguez Caballeira, conocido como PEPITO ARRIOLA, nació en Betanzos, el 14 de diciembre de 1895, y falleció en Barcelona, el 24 de octubre de 1954. Al ser hijo de madre soltera -Josefa Rodriguez Caballeira- fue inscrito con los apellidos de ésta. 
El traslado de su madre a Madrid, supuso para PEPITO quedarse a cargo de la hermana de su madre Aurora Rodriguez Caballeira (a la que mas tarde nos referiremos, pues fue protagonista de un trágico suceso), la persona que se ocupó de su educación. Mas al descubrir las habilidades musicales de su hijo, su madre se decidió por llevárselo a vivir con ella a Madrid en noviembre de 1899, donde se inicia su fulgurante carrera como pianista de Pepito (¡con tan solo 4 años!).
El hecho cierto es que Pepito Arriola sorprendió a su madre, con sólo dos años y medio, tocando una pieza musical que ella misma solía interpretar en su casa. Un año mas tarde, ya componía sus propias obras.
El pequeño Pepito se ponía a tocar el piano sin que su madre le diera clases, tanto las piezas que conocía de su ésta, como otras que él mismo inventaba.
Y curioso, amigos, como no sabía escribir, en el lugar superior de cada hoja (en la que se colocan las indicaciones de la música en las partituras), Pepito hacía "garabatos", que en su sencilla opinión le decían el género musical de cada fragmento: si se trataba de una sonata, una habanera, un vals, etc...; así, en la parte inferior de cada hoja, realizaba líneas en las que hacía rasgos, que venían a significar la clave de sol, y también lineas negras que -según palabras de Pepito- eran las notas. Con toda la excelencia de un gran pianista colocaba su hoja en el piano, y decía: "Voy a tocar esto". Y efectivamente, tocaba, fijando sus infantiles ojos en dicho papel.


El primero de sus conciertos tuvo lugar en la casa de los señores de Montano, el 4 de diciembre de 1899, al que asistieron, nada mas y nada menos que 300 personas. El programa que felizmente interpretó nuestro genio infantil incluía la Marcha Real y la Alborada, de Pascual Veiga.
Definitivamente, y como habréis podido leer y observar por las fotos que acompaño, nuestro PEPITO era todo un prodigio.
El 2 de febrero de 1900, es decir, apenas dos meses después, ofreció un concierto en el Ateneo, y poco después, en ese mismo año, dio otro concierto en el Palacio Real, en el que que interpretó seis OBRAS PROPIAS -si, tal como lo leéis-.
Tal es el éxito de nuestro pequeño prodigio que la propia reina regente, Maria Cristina, lo apadrina y le paga sus estudios musicales, por lo que madre e hijo se trasladan a Alemania en 1902, donde Pepito se matricula en el conservatorio de Berlín, coincidiendo con Richard Strauss, otro niño prodigio. 
En dicho país, formó parte de la Filarmónica de Berlín y fue nombrado pianista de la corte del emperador Guillermo II. 


Fue una época, para Pepito plena de éxito y reconocimiento, pues ofreció conciertos por todo el mundo, llegando a actuar en el Metropolitan y el Carnegie Hall, así como una extensa gira que realizó por Cuba en 1910. Pepito Arriola se convirtió en una de las figuras mas significativas de la música alemana de la época, hasta que en 1946 regresó a España. Ya en nuestro país su estrella se extinguió, y se le negó no sólo el éxito que ya había conseguido sino que incluso cayó en el olvido. Con tan sólo 59 años, Pepito Arriola falleció.



Y es aquí donde hago un inciso, pues en el año 1933, la familia de Pepito Arriola conoce de un suceso que llenó de horror a toda España, el recordado caso Hildegart. Su tía Aurora Rodriguez, con la que convivió un tiempo siendo niño, mató a su hija Hildegart, mientras dormía, disparándole cuatro tiros. La niña en cuestión, fue concebida como un experimento y efectivamente hizo realidad las aspiraciones de su madre de convertirse también en niña prodigio. Mas para Aurora Rodriguez, todo eran conspiraciones para hacerse con su hija, y destrozar su "obra de arte", por lo que decidió ella misma acabar con la joven. Esta joven, prima de PEPITO ARRIOLA, nació en Madrid el 9 de diciembre de 1914, y falleció, en las trágicas circunstancias antes mencionadas el 9 de junio de 1933. El hecho curioso es que fue también una niña prodigio, una especie de mujer del futuro. Con tres años escribía y con ocho años hablaba seis idiomas. Mas el hecho de alejarse del "proyecto vital" que su madre le tenía reservado, le llevó a ésta a acabar con su vida.




Es realmente curiosa las historias que viven determinadas personas, y en este caso, en una misma familia. 
Significar el hecho de que la precocidad del niño PEPITO ARRIOLA fue presentada para su estudio en una asamblea genral del Congreso de Psicología de Paris, por el profesor Charles Richet, especialista en psicología por la Universidad de París. La sesión tuvo lugar el 21 de agosto de 1900. Estas actas fueron publicadas por la Revue Scientifique (Revista Científica) del 6 de octubre de 1900, pag. 432, así como en la reseña oficial del Congreso de Psicología de 1900. He aquí algunas de las conclusiones que plasmó en su informe el profesor Richet: 

"Para estudiar metódicamente el modo como tocaba el piano, he efectuado una distinción entre la ejecución y la invención: "La ejecución: la realiza de manera cándida; sin tener clases, se percibe que él ha hecho su propia digitación en todas las piezas musicales. Sin embargo, esta digitación es muy hábil, tanto como se lo permite la pequeñez de sus manos, que no pueden alcanzar una octava. Entonces él reemplazó la octava -y esto es curioso- por arpegios inteligentemente ejecutados y muy rápidos. Toca con las dos manos. Para dar ciertos efectos o crear determinadas armonías, frecuentemente cruza las manos. A veces, también levanta la mano bien alto mientras ejecuta la melodía con la mayor seriedad, como los pianistas renombrados, para luego dejarla caer en la nota justa. No es probable que esto lo haya aprendido, porque la manera de tocar de su madre -que es muy honorable, pero que no tiene nada de extraordinario- de forma alguna es análoga. Algunas veces interpreta frases musicales con una agilidad asombrosa y un vigor sorprendente para un niño de su edad. Además de todas esas cualidades, es preciso confesar que esta ejecución es inigualable".


Para España, Pepito fue siempre el "niño prodigio" nunca más se volvió a reconocer su mérito no sólo como pianista, sino también como compositor y violinista. Su decadencia musical fue tan rápida como su ascensión al Olimpo de los grandes pianistas y compositores, siendo sólo un niño. Quizá no quiso seguir con su carrera profesional, quizá algo o alguien influyó en ese retiro musical, (quizás, las circunstancias trágicas de la muerte de Hildegart). Lo cierto es que España, con PEPITO ARRIOLA perdió una de sus grandes esperanzas para la música clásica; pero en este pais, desgraciadamente, son muchos los casos que repiten esta historia. 

En una imagen de su madurez


MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA "AUDICION"
ESPERO QUE HAYA SIDO DE VUESTRO AGRADO

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