IGLESIA DE LA SANTA CROCE, NAPOLES
Hoy, os presento una escultura muy original y no sé si conocida por todos los que me leeis, seguro que alguno de vosotros, sí, en mi caso, desconocía la existencia de la misma, pero un buen amigo, VICENTE (muchas gracias por tu siempre cultísima colaboración) me ha puesto en el camino de la obra en cuestión que no es otra que EL CRISTO VELADO o CON VELO, que se encuentra en la Capilla principesca Santa Maria Della Pietá, en Nápoles.
Su autor Giuseppe Sanmartino, nacido en Napoles alla por 1720, y fallecido en 1793, en su misma ciudad natal, fue un escultor reconocido en su época, y al día de hoy podemos asomarnos al Museo San Martino de Nápoles donde podemos apreciar algunas de sus obras.
Precisamente, y gracias a esta espléndida y maravillosa escultura Giuseppe Sanmartino está considerado como un auténtico maestro dentro de la escultura del siglo XVIII italiano.
El Cristo Velado fue realizado en marmol en el año 1753, destinado a conservarse en la Capilla Sansevero o Pietatella situada en Sangro di Sansevero en Nápoles.
La escultura en cuestión está hecha de un solo bloque de mármol, habiendo sido catalogada como una de las mayores expresiones de la belleza escultórica a lo largo de la historia.
CAPILLA SAN SEVERO
Como bien podeis observar en este primer plano del rostro del Cristo, el rostro aparece cubierto por un velo.
El cuerpo de Cristo muerto aparece tendido en un colchón, apoyado a su vez sobre dos almohadas y velado con un finísimo y delicado sudario, y su visión es verdaderamente impresionante, no sólo por la veracidad de la expresión del cuerpo, sino por la sobrecogedora ímagen que resulta del conjunto.
Si seguimos observando esta maravilla nos encontramos con que a los pies del cristo aparecen la corona de espinas y los clavos, para cuya extracción se han empleado unas tenazas que también figuran esculpidas.
La finura de la capa de mármol que representa el velo permite apreciar completamente el semblante de Cristo. El resultado nos recuerda tan de cerca los paños mojados de Fidias y confiere a la estatua un acentuado dramatismo: la cabeza caída hacia el laldo derecho, el cuerpo exánime, las piernas ligeramente arqueadas y ese rostro sin vida que el velo transparente deja ver, pese a su consistencia marmórea.
Entre los grandes admiradores de Giuseppe Sanmartino estuvo ANTONIO CANOVA, escultor y pintor italiano del Neoclasicismo, y sus obras comparadas con lo mejor de la producción de la antiguedad. Antonio Canova estuvo muy interesado en la compra de esta obra, que no pudo llevar a cabo.
BUENAS TARDES A TODOS Y DISFRUTAD CON ESTA BELLEZA.
Fuentes: Wikipedia, y mi gran amigo, VICENTE.
Soy el que ya comienza a no existir
y el que solloza todavía.
Qué cansancio ser dos inútilmente.
ANTONIO GAMONEDA
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