Son muchas las ocasiones en las que he optado por biografías de personalidades, por el conjunto de una obra, en distintos ámbitos: pintura, fotografía, literatura, arquitectura, pero son pocas las que me he detenido en una obra en especial. Así que hoy me he decidido y he optado por mostraros un óleo sobre lienzo, de Gustave Courbet, que se encuentra ubicado actualmente en el Museo de Beaux Arts, en Paris (Francia). Su nombre o la denominación por la que es conocido es EL SUEÑO, datado en 1866.
Así que hoy, dando preferencia a la obra, dejo sólo una reseña para su autor.
Empecemos, por tanto, con la presencia, maravillosamente sexual, explicitamente erótica de ésta.
La historia de esta obra obedece a un encargo, no fue una idea original de su autor, sino que su composición lo fue gracias al diplomático turco y coleccionista de arte Khalil-Bey, para su colección particular. Como muy bien podéis apreciar nos ofrece, sin ningún tipo de tapujo el abrazo amoroso de dos mujeres, perfectamente enlazadas entre sí, como si fueran un único ser, fundidas en un amor lésbico.
Evidentemente, y aunque como ya he indicado la petición de la obra lo fue para una colección particular, Courbet expuso su obra en el Salón de París, rompiendo con ello todos los convencionalismos existentes. Hombre y artista controvertido, no olvidemos su obra mundialmente conocida y reconocida "El origen del mundo", con cuya denominación daba definición a unos genitales femeninos.
EL ORIGEN DEL MUNDO
Pero no nos salgamos de nuestra trayectoria marcada para el día de hoy, y degustemos algunos aspectos de "El sueño", aspectos que quizás para algunos hayan pasado desapercibidos, pero que merecen la pena destacar.
Evidentemente, y sin perjuicio de la desnudez de las dos mujeres que nos llaman poderosamente la atención, es reseñable que una de ellas lleva el cabello completamente rizado, de color rojizo: la joven que sirvió de modelo era una habitual de la obra de Courbet, Joanna Hiffernan. La blancura de su piel con el contraste del blanco de su cuerpo, atrapado, gustosamente, por su compañera, produce un efecto altamente erotizante.
La joven cuya cabellera es morena mantiene la cabeza algo alzada, y parece, a simple vista, que domina la situación, no solamente porque su presencia se eleva sobre la joven pelirroja, sino porque la "ata" con su pierna derecha, en tanto su pierna izquierda reposa sobre los genitales de ésta.
Destaca en la composición el elemento decorativo del jarrón con flores, ocupando el sitio opuesto al de los rostros de las jóvenes amantes.
Muy detallista son las joyas que aparecen dispersas sobre la cama, como podemos apreciar en el collar de perlas blancas, que simbolizan la modestia, la pureza y la feliz unión de la pareja (destaquemos que son generalmente consideradas como regalo de bodas).
Por último, y en línea y en diagonal con el jarrón de flores, nos encontramos con una bellísima pieza de cristal, pintado en tonos azules y dorados, y que ofrece a la composición un total equilibrio.
Por último, la luz de la composición la desprenden, los dos cuerpos, que descansan, plácidamente, sobre unas sábanas blancas lo que acentúa la luminosidad de la escena que COURBET nos ofrece.
GUSTAVE COUBERT (1819-1877)
REVELACIONES.-
en la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves
El deseo de morir es rey.
El deseo de morir es rey.
que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.
(ALEJANDRA PIZARNIK, erótica).
BUENAS TARDES
DEGUSTAD LA BELLEZA QUE DERROCHA EL EROTISMO
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