domingo, 30 de marzo de 2014

DEMONS: La llamada de la oscuridad.

Lo prometido es deuda)
Ambigrama de DEMONIO
(Se puede leer dándole la vuelta)

Bienvenidos todos a una nueva jornada, y mejor que otra siendo hoy viernes, con el que se inicia el fin de semana, disfrutar, descansar, o sencillamente, no hacer nada (¿habéis probado lo difícil que es eso?). 
Yo prefiero seguir escribiendo, y como ya os prometí "post" atrás, en el que nos dimos una lección del todo "angelical", hoy nos vamos -no digo de la mano- sino a una cierta distancia de los DEMONIOS. 
Os atreveis? Pues seguidme, y que conste que yo me ATREVO con ellos, porque conservo mi "daemon" (ya sabréis).

Escena de "El Jardín de las Delicias" (El Bosco)
Demonios martirizando a seres humanos

Pues bien amigos, demonios, como tales, y con entidad corpórea, conviven con nosotros, y estoy segura que mas de uno de vosotros tiene catalogado como tal a algún mas que otro conocimiento "humano" cercano. Pero de los DEMONIOS de los que hoy voy a ocuparme son de aquellos de los que la historia de la humanidad nos ha dejado su huella, bien en pintura, escultura, incluso en literatura, como ya leeréis mas tarde.
Generalmente, los demonios escogen apariencias hermosas para atraer a su posible víctima, la cual cae ante lo que aquellos ofrecen: belleza, dinero, poder, falsa felicidad... Peró, así es la vida, queridos amigos, y ya que empezamos con este popular y reconocido tema, os propongo uno, con apariencia femenia, y de una belleza extraordinaria, retratado por John Collier (desconozco si del natural -es broma-) cuyo nombre obedece a LILITH.

¿Quien no se derrumbaría ante tan arroladora belleza?

Identificada con el nombre de LILITH se conoce a la primera mujer de ADAM, la cual fue condenada por Yahveh a convertirse en un demonio volador, que se alimentaba de sangre, especialmente de niños pequeños.

Los demonios son universales y abundan en las historias de todos los pueblos. Es de reseñar que en la Antigua Mesopotamia, el "censo" de demonios superaba con mucho al de la población humana, digamos que "normal". Estos demonios eran espíritus del viento y podían entrar y salir por todas partes, empeñados, eso sí, en arruinar y acabar con la armonía sexual entre los humanos.

Demonios, por Henry Fuseli

Según tenemos noticias por el escritor del siglo II Apuleyo, los demonios eran transparentes y flotaban en la atmósfera, por tanto, se les podía oir, pero no ver. Aunque transparentes, los demonios eran corpóreos, y algunos como el daemon, de Sócrates, eran benignos y representaban nuestro genio. Como buen neoplatónico Apuleyo creía que cada uno de nosotros tiene un daemon particular -en eso estoy del todo de acuerdo- un espíritu guardián. Por extrañezas de la historia cultural, estos daemons amables, entre los que se encontraban los espíritus del sueño y del amor, fueron asociados por los teólogos medievales cristianos como DEMONIOS o ANGELES MAL CAIDOS. Ello dio lugar a que en el mundo cristiano se ha identificado lo daimónico con lo demoniaco, lo cual es del todo desafortunado.

Ángeles y Demonios

Edipo y la Esfinge (Gustave Moreau)

Y todo lo dicho anteriormente, porque el daemon es nuestro genio, en el sentido estético e intelectual, y mezclar nuestros dones con el horroroso mundo de la muerte es un desastre. Pero aún existe un segundo aspecto de esta desafortunada asociación, mas oscuro y terrible: puede que todos nosotros seamos, como he sugerido, ángeles caídos, pero nuestro espíritu guardían o daemon nos protege. 

Caja joyero-Demonios góticos

El ángel caído. Parque del Retiro.Madrid.
Ricardo Bellver.

Ahora, si os parece, podemos entrar en otro aspecto de este "post": los diablos. El diablo propiamente dicho es Satanás. ¿Cuando esta figura empezó a tener la culpa de todo o casi todos los males de la humanidad?. Pues, encontramos referencias de Satanás en la literatura apòcrifa y apocaliptica judicial, en los libros de Enoc, en los que Satanas aparece con el nombre de MASTEMA (Libro de los Jubileos); también en los manuscritos del Mar Muerto mencionan a Satanás como Belial y lo identifican, por primera vez, con la maldad absoluta, un ser rebelado completamente contra Dios.
El Nuevo Testamento alude con frecuencia a Satanás, pero casi nunca se enfrenta a él.

Íncubos y Súcubos

Sello satánico

Y, por cierto y dando otro cariz al tema, para los amantes de los Museos, en este caso, un Museo muy especial dedicado a los Demonios, que existe como tal, y se encuentra situado en Kaunas, una ciudad al sur de Lituania, considerándose uno de los museos mas curiosos que existen. Se denomina como tal Museo del Demonio, por el  hecho de que en sus salas se encuentran una de las mayores colecciones del mundo dedicada a nuestro protagonista de hoy, conocido también como Belcebú.



Su existencia parte de una iniciativa particular la de un señor llamado Antanas Zmuidzinavius, que es un pintor de reconocido prestigio en su país, y que gustaba de coleccionar figuras de tan "egregio" personaje, hasta el punto que llegó a tener,aproximadamente, unas 300.
(Nota al margen: fijaos en el nombre del coleccionista "Antanas", que curiosa coincidencia con "Satanas")
Hoy en día, la colección alcanza unas 3.000 tallas cuya figura protagonista es el demonio; además la colección incluye bastones, máscaras, tallas o pinturas satánicas, y es uno de los mas visitados Museos del país.

Busto del demonio

Figura del Museo

Y ahora, antes de despedirme, por el día de hoy, de vosotros y de todo tipo de demonios y diablos, me remito a John Milton, quien en su magnánima epopeya LOS PARAISOS PERDIDOS inventó al Satán al que admiro y es con estas palabras como se despierta en el infierno:

"Si eres aquél...¡Cuán caído diferente
Te ves de aquel que, en los felices reinos
De la luz y con trascendente brillo,
Eclipsaba a ángeles a millares
Por mas que esplendorosos....Si eres
aquel.
Que en mutua alianza, consejo y
pensamiento
Unidos, esperanza y riesgo iguales,
En la gloriosa empresa te juntaste,
Conmigo aquella vez, el infortunio
Ahora en igual ruina nos ensalza;
En qué abismos caímos de la altura,
Ya lo ves, tanto mas poderoso
El demostró que era con su rayo,
Y hasta entonces ¿quien quiera conocer podía
La fuerza de aquellas terribles armas?
Con todo ni por ellas ni por cuanto
El fuerte Vencedor pueda inflingiros
Con su ira me arrepiento yo ni cambio,
Aunque haya cambiado el lustre
externo,
Aquel firme propósito y altivo
Desdén, sensible al mérito ofendido,
Que a contender con Dios me levanto,
Arrastrando hace la feroz batalla
Un incontable ejército de espíritus
Que a despreciar su reino se atrevieron
Y a mi me prefirieron y enfrentaron
Con adverso poder al del mas alto
En incierto poder en las llanuras
Del cielo y su trono sacudieron
¿Qué importa que el combate
se perdiera?
No todo se ha perdido: la indomable
Voluntad y las ansias de venganza
El odio inmortal, el valor firme
Que nunca es sometido ni se rinde:
¿En qué consiste, pues, no ser vencido?


Recordando palabras de William Blake, éste dijo que Milton estaba de parte del Diablo sin saberlo, y este magnífico discurso demuestra una gran simpatía de pensamiento, por parte del poeta, por la actitud heróica de Satanás.
Shelley observó con ironía que el Diablo se lo debía todo a Milton, aunque también podría haber atribuido parte del mérito -si esa es la palabra mas adecuada dado el caso- a SAN AGUSTIN.

Papa Inocencio X, por Francis Bacon

-Nunca el "cielo" estuvo también representado por el "infierno"-

Gracias amigos todos, si habéis llegado al final de este un poco extenso "post", pero creo que el tema lo merecía".

Y me despido con unas palabras de John Milton, y que dado los tiempos que corren nos pueden servir de guía para nuestros actos:
"PREFIERO REINAR EN EL INFIERNO, A SERVIR EN EL CIELO"

BUENAS TARDES, Y CUIDAD DE VUESTRO "DAEMON".

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