Después de que en el día de ayer me "deleitara" con la presencia de Arthur Rimbaud, uno de los poetas que han marcado el inicio de la poesía moderna, hoy nos vamos a detener observando niños, sí, tal y como me leéis, pero, cuidado, en el buen sentido, descubriendo cómo nuestros grandes artistas plasmaron en sus obras la visión que tenían de la infancia, de sus hijos, de los pequeños que les rodeaban, o sea, todo el mundo maravilloso de los peques.
Le fils de l´artiste en arlequin (Retrato de Paul) 1924
Como podéis apreciar hemos empezado de la mejor de las formas posibles con un retrato del hijo de Pablo Picasso, vestido de Arlequin.
Siempre hemos dicho que un niño es un TESORO, y muy de acuerdo que estoy con ello, por eso considero que la labor de nosotros -los adultos- es tratar de construirles un mundo mejor, aunque bien que mal que andan las cosas: nuestros hijos viven en un mundo en el que abundan las consolas, los videojuegos, teléfonos móviles -incluso desde muy temprana edad- y todo tipo de tecnologías, que, en absoluto son perjudiciales, pero sí que lo llegarían a ser en el caso en que se convirtieran en el único universo del pequeño, en su única forma de disfrutar su infancia.
Niños en la playa (Sorolla, 1910)
Es del todo necesario el contacto físico, la relación cercana, la conversación diaria, sobre los temas tanto importantes como nimios, pero lo verdaderamente importante es que esos NIÑOS sepan que algún día serán adultos y que tendrán todo un mundo de responsabilidades con las que deberán enfrentarse día tras día, una especie de mochila como las que ahora llevan al cole. Somos nosotros sus padres, sus abuelos, también, los que debemos enseñarles que lo mas importante en este mundo es el AFECTO, y que lo mas deleznable es causar DOLOR (por muy necesaria que creas su causa)
Pero bueno, después de ver a esos niños tan felices que Sorolla nos presenta en la playa, con esa luz tan vibrante que sólo un genio como aquél ha sabido captar y transmitir, conozcamos otros niños, preciosos todos ellos, símbolo de la vida que se va desarrollando, y que ellos mismos van descubriendo, de la mano y al paso de sus papás.
La Infanta Margarita Teresa (Velazquez)
Madre e Hija (Gustav Klimt)
Maternity (Pablo Picasso)
Muchacho con espada (Edouard Manet)
La joven de la perla (Jan Vermeer)
Alicia en la merienda del sombrerero loco
(Ilustración de John Tenniel- 1865)
Dos hermanas (Pierre Auguste Renoir)
La noche de los pobres (Diego Rivera)
El primer beso
L´Amour et Psyché, enfants
WILLIAM ADOLPHE BOUGEREAU
LA DULZURA.-
Por el niño dormido que llevo mi paso se ha vuelto sigiloso. Y es religioso todo mi corazón, desde que lleva el misterio.
Mi voz es suave, como por una sordina de amor, y es que temo despertarlo.
Con mis ojos busco ahora en los rostros el dolor de las entrañas, para que los demás miren y comprendan la causa de mi mejilla empalidecida.
Hurgo con miedo de ternura en las hierbas donde anidan codornices Y voy por el campo silenciosa, cautelosamente, creo que árboles y cosas tienen hijos dormidos, sobre los que velan inclinados.
(POEMAS DE LAS MADRES- GABRIELA MISTRAL)
BUENAS TARDES A TODOS, PUES SIEMPRE CON NIÑOS LO SON
MIS MEJORES DESEOS A COMPARTIR CON LOS PEQUEÑOS
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