sábado, 28 de marzo de 2020

PANDEMIAS: LA GRIPE DE 1918-1919 (GRIPE ESPAÑOLA)




La pandemia de gripe de 1918 y 1919, fue conocida a nivel mundial como "la gripe española", si bien los primeros casos se registraron en EE.UU. durante el último año de la primera guerra mundial.
En el mes de marzo de 1918, EE.UU continuaba una guerra con Alemania que había empezado once meses atrás, contando con contingentes que procedían de diferentes países de Europa. Fue precisamente en uno de tantos centros de instrucción, cuando el día 4 de marzo de 1918, el cocinero, que se convirtió en el "paciente cero", Gilbert Michell se presentó en la enfermería de Fort Riley, en el estado de Kansas (EE.UU.), presentando síntomas de fiebre y malestar general.



Todo se desarrolló a una velocidad inesperada, pues en pocas horas, cientos de reclutas enfermaron, lo que llevó a habilitar un hangar para los enfermos, ya que el hospital carecía de medios suficientes.


Así se fue extendiendo el virus por diferentes zonas, más el hecho determinante de su gran expansión no fue otro que en abril de ese mismo año, un contingente de soldados estadounidenses desembarcó en Europa y con ellos el virus. La primera oleada de esta pandemia no hizo más que empezar.



No obstante, se tiene constancia de que en diciembre de 1917, en Camp Greene, cerca de Charlotte, Carolina del Norte, murieron 20 personas de un total de 565 enfermos, todos ellos de gripE, y todos hombres jóvenes, por lo que también se considera que el paciente cero hubiera residido en Camp Greene. En pocos días de los 16 campamentos militares, 14 conocían de personas afectadas, causando en total más de 250 muertos.


No cabe la menor duda que en esta pandemia el principal generador de contagios fue la guerra, debido al numeroso y a la vez rápido desplazamiento de los militares.
Inicialmente, se informó sobre que era neumonía la causa de las muertes, debido todo ello a la censura militar.
Cuando el entonces presidente de los EE.UU. Woodrow Wilson consultó con el general y jefe del estado mayor Peyton C. March, si se debería de suspender el envío de tropas estadounidenses a Europa para no propagar la, por entonces, aún epidemia, éste le indicó los problemas "políticos" que podría acarrear tal decisión, y es así como muchos de los militares murieron antes del desembarco y en agosto de 1918, más de un millón y medio de soldados entraron contagiados en Europa.


El hecho de que se conociera y se sigue llamando "gripe española" se debió a que fue la prensa en España la que prestó más atención al desarrollo de la enfermedad, en relación con el resto de países europeos, involucrados todos ellos en la guerra, en tanto éstos últimos intentaron quitar importancia a la situación.
No obstante, es de señalar que en España los primeros contagiados fueron aquellos que regresaron de la vendimia en Francia, y que trabajaban como temporeros.



La cepa en cuestión mataba a las personas con una rapidez asombrosa y sin precedentes. Los síntomas se manifestaban en forma de fiebre e insuficiencia respiratoria, el rostro tornaba azulado a razón de la falta de oxígeno y las hemorragias eran harto frecuentes, provocando el encharcamiento de los pulmones, vómitos e incluso sangrado nasal. Es así que muchos de los afectados morían ahogados en sus propios vómitos.


La pandemia no diferenciaba de edades, afectó a niños y ancianos, los más vulnerables, más fueron también muchos los adultos que sucumbieron a la misma.
Los primeros casos registrados en Europa se dieron en Francia, luego el Reino Unido, e Italia, continuando hacia Alemania y posteriormente, España.




Después de una primera oleada que se vio rebajada a finales de la primavera de 1918, pasado el verano, la segunda oleada fue la más terrible y mortífera. 
En el frente la ofensiva de 1918 se vio suspendida, dado el elevadísimo número de soldados afectados y que murieron a raíz de la pandemia.
Durante trece semanas se vivió el horror en los hospitales, las calles, las casas, ninguna familia quedó sin la pérdida de uno o más de sus miembros.
En la oleada que siguió en mayo de 1918 más de la mitad de los madrileños se vieron contagiados por la enfermedad.


El sistema de salud español se vio desbordado, los médicos, personal sanitario murieron y era del todo imposible su reemplazo.
Los entierros se llegaron a efectuar en masa, al carecer de ataúdes.
Y lo terrible fue el hecho de que la enfermedad llegó al mundo rural, pasó de las grandes ciudades a los más pequeños municipios, siendo esta segunda oleada la que provocó el 75% de los fallecimientos.


Una nueva pausa de la pandemia se observó a finales de 1918, pero en enero del año siguiente, todo volvió a empezar. El hecho cierto es que, en esta ocasión, la tasa de mortalidad fue con mucho inferior a la segunda de las oleadas (la más mortífera).



De entre todos los territorios afectados fue Australia el país que menos padeció el efecto mortífero de la pandemia, a raíz de que habían tomado medidas de contención, si bien también es cierto que acabó con la vida de miles de personas, eso sí, cuando la tasa de mortalidad ya estaba remitiendo.




Durante el año de 1919 la enfermedad estaba más controlada y los organismos respondían mejor con sus defensas, si bien, después del repunte del año 1920, ya no hubo ninguno más.
No obstante, otra pandemia acechaba y sobre todo a la población infantil, la de aquellos niños y jóvenes que habían perdido a sus padres y madres, la del hambre y la soledad.


Esta terrible pandemia que se alargó durante cuatro años, dejó millones de víctimas mortales; en la India, entre 12 y 17 millones, en Gran Bretaña, 228.000, en los EE.UU., cerca de medio millón de personas; en España, infectadas 8 millones de personas, fallecieron 200.000; en China, se estiman las muertes en 30 millones de personas; en Francia, 400.000, y en Italia, una cifra similar. 
En la por entonces India británica, entre 10 y 17 millones de personas; en el África subsahariana entre 1,5 y 2 millones de persona; en Sudáfrica, comunidades enteras...
Es así como se llegó a contabilizar la cifra de cerca de 40 millones de personas, hasta el momento la pandemia más devastadora de la historia de la humanidad.



La comunidad científica estima que cada 50 años se produce una pandemia de gripe; es así como en 1957 se produjo en Asia oriental un nuevo brote que siguió propagándose durante el año siguiente, causando entre 1 y 2 millones de muertes. En 1968, Honk-Kong fue nuevo escenario de otro tipo diferente de gripe, provocando entre 1 y 4 millones de víctimas.



Pese a los avances científicos y el avance de la medicina, nunca estamos preparados para protegernos, sufrir y salir de una pandemia..

COVID-19.



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Fuentes: Wikipedia.
Historia. National-Geographic.






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