miércoles, 25 de marzo de 2020

HELEN LEVITT.- "RUTINAS DIARIAS"




La fotografía de HELEN LEVITT nos pone en contacto con la vida diaria, la cotidianidad de las personas, anónimas, a las que puedes encontrar en cualquier lugar del mundo, que ella descubrió y plasmó en imágenes, fundamentalmente, en la ciudad de Nueva York.



En puridad Helen Levitt ha sido una fotógrafa poco conocida a nivel popular, más sí que  fue muy respetada y admirada por los profesionales de su gremio.


Nacida en 1913 en Bensonhurst, en el distrito neoyorkino de Brooklyn, su padre, Sam Levitt fue un emigrante judío procedente de Rusia.
Sin medios económicos para una formación académica, pues no llegó a terminar la escuela secundaria, empezó a trabajar como aprendiz de un fotógrafo en el Bronx neoyorkino, más en 1935 tuvo la ocasión excepcional que marcó su vida para siempre, acompañar a Henri Cartier-Bresson durante todo un año que pasó en Nueva York.



Esa etapa llevó a Helen Levitt a ser consciente de que mediante la fotografía se podía hacer arte, y para ello se hizo con una Leica de 35 mm., la misma que aquél utilizaba para sus fotos.



Nunca fue una mujer que participara de la vida pública, lo suyo era vivir su propia existencia, apartada de ese mundillo artístico norteamericano tan ruidoso, si bien gustaba de hacer fotos a niños jugando por las calles de Nueva York, en la década de los años 30 y 40 del pasado siglo, niños que eran todo un referente de la gran crisis de 1929.



Levitt era una mujer sincera, hasta el punto de llegar a afirmar que los niños protagonistas de sus imágenes no le gustaban, los fotografiaba por el simple hecho de que estaban en las calles, eran los dueños de ese territorio común libre de toda regla.
Es el juego el protagonista de gran parte de sus imágenes en las que utilizaba el blanco y negro, con esos pequeños que reían, montaban en bicis y se divertían ajenos a la miseria que les rodeaba.




Amén de los niños, también los pobres, los humildes, las clases más desfavorecidas de la sociedad eran captadas por su objetivo, si bien en el preciso momento en el que una sonrisa asomaba a sus rostros, porque era esa rutina diaria la que olvidaban, por un instante, y precisamente, allí estaba Helen Levitt para captar cierta esperanza en sus vidas.



Amén de ser amiga de Cartier-Bresson también lo fue de Walter Evans, el fotógrafo de la Gran Depresión, y al que ayudó en la impresión del histórico volumen American Photographs.
La significativa obra de Helen Levitt contribuyó al movimiento conocido como "street photography", dando un giro radical a la fotografía en los EE.UU. durante los años 30.



Más las inquietudes de Helen Levitt la llevaron a colaborar también con directores de cine de la categoría de Luis Buñuel, quien en los años 40 se encontraba exiliado en los EE.UU., llevando a cabo diferentes reportajes a favor de la causa republicana española. Continúa viajando a México, en 1941, cuya documentación fotográfica será publicada muchos años después, en 1997, bajo el título de Helen Levitt: Mexico City


En 1943, el MoMA de nueva ofrece al mundo su primera exposición individual.
Sus colaboraciones se amplían con el director James Agee, en la fotografía y montajes de The Quiet One (1948), sobre el drama de un niño africano, y también en In the Street (1948), que nos ofrece una panorámica de la vida en el Harlem hispano.
Más no será hasta el año 1959, y gracias a una beca Guggenheim, cuando Levitt empieza a trabajar la fotografía en color, y cuya obra fue recogida en una exposición del MoMA en 1974.




Su siempre fiel compañera, la Leica, es sustituida por una Contax, en tanto sus exposiciones se suceden, en el San Francisco Museum of Modern Art y el Metropolitan de Nueva York.


Un delicioso volumen publicado por Crosstown, en 2001, recoge mucha de su producción desde los años treinta hasta los noventa y que nos ofrece la transformación de una sociedad, la de las calles de Nueva York; más de su trabajo podemos descubrir en publicaciones como Here and There, y Slide Show.




En 2008, es el Sprengel Museum de Hannover el que le dedica una completa y extraordinaria retrospectiva.
Su objetivo se apagó para siempre, que no su obra, su trabajo y su personalidad, el 29 marzo de 2009, a los 95 años de edad.



La suya fue una luz que nos dejó "impresiones" para siempre....

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Directorio Hispano de las Artes


Fuentes:
Wikiepedia.
www.fundacionmaphre.org
https://el pais.com

   

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