Palazzo Vecchio
Referirnos a Florencia guarda una estrechísima relación con su impresionante patrimonio artístico, no existe otro comparable en Europa.
Si hablamos de obras de arte en los museos suponen la cifra de doscientas cincuenta mil, más otras tantas que habitan los palacios patricios, las iglesias, colecciones municipales y fundaciones.
Precisamente uno de los palacios más significativos es el conocido como Palazzo Vecchio, en español, Palacio Viejo, situado en la Plaza de la Señoría.
Si bien alberga estancias que son oficinas del Ayuntamiento, las más deliciosas salas son museos en los que podemos disfrutar de innumerables murales y cuadros de diferentes artistas, entre ellos, Domenico Ghirlandaio, Bronzino y Giorgio Vasari.
Aunque en origen este palacio se obedecía al nombre de Palazzo dei Priori o Palagio Novo, en el siglo XV pasó a llamarse "Palacio de la Señoría", coincidiendo con la República florentina. En 1540 y toda vez que en el mismo estableció su residencia habitual Cosme I de Médici, se vino a llamar Palacio Ducal, si bien tras el traslado en 1565 de éste último al Palacio Pitti, se conoció con el nombre de Palazzo Vecchio.
Cuenta le cronista Giovanni Villani que su planta fue concebida de forma asimétrica con la finalidad de que no tocara el terreno antes ocupado y considerado como "maldito" de las casas de la familia gibelina de los Uberti.
La forma exterior del edificio es la de un paralelepípedo y en la que es su fachada principal podemos destacar la famosa "Torre Arnolfo", considerada como un lugar emblemático de la ciudad florentina.
Entre las estancias más importantes destaca el Salone de Cinquecento, una bellísima cámara con una longitud de 52 metros y 23 metros de ancho.
Como ninguna otra sala del palacio el Salone dei Cinquecento refleja los hechos de la historia de Florencia a partir de la expulsión de Piero de Medici en 1494.
Es así como al hacerse con el poder el fraile Gerolamo Savonarola, llevó a cabo la reforma de la República, e instituyó un Consejo formado por quinientos miembros. Es por ello que este salón se creó en base a que cupieran todos en él.
Lo que son las paredes quedaron inicialmente en blanco, a tenor de la austeridad que predicaba Savonarola.
Posteriormente, y por encargo expreso del gonfaloniero Pier Soderini, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel recibieron instrucciones para la realización de diferentes cartones destinados a la confección de frescos, la Batalla de Anghiari, encargada a Leonardo da Vinci, y la Batalla de Cascina a Miguel Ángel. Pero ni una ni otra fueron acabadas.
La situación política que vivió la ciudad de Florencia fue la que determinó la decoración de esta inmensa sala, bajo el poder absoluto de Cosimo I de Médici, convirtiendo la misma en un reflejo de su concepto de su apología política.
Es así como bajo la dirección de Giorgio Vasari, en 1563, el techo de la sala fue elevado, para a continuación proceder a ejecutar la decoración tanto de las paredes como de los 39 recuadros pintados en el techo, en los que se vieron representadas las provincias toscanas que quedaron sometidas a Florencia, las más significativas de sus victorias militares y la apoteosis de Cósimo I, amén de los barrios de la ciudad y la ciudad completa en la que es la Escena de su glorificación como Gran Duque de Florencia y Toscana.
El asalto a la puerta Camollia de Siena
La batalla de Marciano
Si dirigimos nuestra vista al lado norte del salón, la luz nos permite apreciar la escena llamada la Udienza, construida por Barolommeo Bandinelli, con la finalidad de recibir a diferentes embajadores y ciudadanos.
La Udienzia
En la parte superior en la que se ubican los frescos históricos, distinguimos a Bonifacio VIII recibiendo a los embajadores extranjeros, y dirigiendo su mirada a donde están situados los florentinos dice: "Vosotros los florentinos sois la quintaesencia".
Por lo que respecta a los nichos destacan esculturas de Bandinelli, en tanto las seis estatuas que se sitúan a lo largo de los muros representan los "Trabajos de Hércules".
Esculturas "Trabajos de Hércules"
Y por último, nuestra vista se dirige al nicho central donde destaca un grupo de mármol "El Genio de la Victoria", que estaba inicialmente destinado a la tumba de Julio II, si bien en 1868 fue instalada en el Museo Bargello, para volver a su inicial instalación en 1921.
El genio de la Victoria
Este singular salón no es más que una de las espléndidas maravillas que podemos encontrar en el Palazzo Vecchio, y la mía una pequeña aportación para conocer, si no lo habéis visto personalmente, esta delicia florentina.
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Fuentes:
Wikipedia.
Florencia, lo más destacable.
Scala.
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