jueves, 9 de abril de 2020

VICENTE AMEZTOY.- EL REFLEJO DE LO INQUIETANTE.


Vicente Ameztoy

Vicente Ameztoy Olasagasti es, sin lugar a dudas, uno de los pintores más singulares de la pintura figurativa vasca. 
Nacido en San Sebastian, País Vasco, el 30 de enero de 1946, falleció en Villabona, el 6 de noviembre de 2001.



Fue un artista muy precoz,-con cinco años pintó su primer cuadro- iniciándose en la pintura de la mano de Ascensio Martiarena, pues con tan sólo 14 años expuso por primera vez, y con 16 ganó su primer premio. Dos años más tarde, en 1964, participó en el Festival de los Dos Mundos de Spoleto (Italia).


Fue la suya una formación autodidacta que partió de viajes, lecturas y visitas a diferentes museos, que vez fue favorecida desde su entorno familiar, gracias a su acomodada posición económica.
En sus obras abundan las referencias a las gentes y a los paisajes vascos, si bien aparecen interpretados en base a una característica y peculiar clave onírica.




La que fuera su primera exposición individual en 1967 la llevó a cabo en la galería Barandiarán de San Sebastián, que daba cabida a lo más innovador del arte vasco y al grupo Gaur, representado por Amable Arias, Eduardo Chillida, Jorte Oteiza... No obstante, Vicente Ameztoy apostó por un lenguaje figurativo para dar forma a su pintura, en la que abundan los juegos visuales con reminiscencias de la pintura de Magritte, si bien en Ameztoy nos encontramos con cierta ironía y sátira política, en un aparte de lo que puede considerarse la figuración tradicional.



En 1973, Vicente Ameztoy realizó exposiciones individuales en San Sebastián y Bilbao, consolidándose su trayectoria.
También la obra de Vicente Ameztoy fue expuesta en Madrid, en 1971, en la galería Ramón Durán.
Fue precisamente a lo largo de la década de los 70, cuando el estilo de Ameztoy quedó más que conformado, tal y como viene reflejado en su obra La Familia (1975). Es así como su trabajo quedó delineado por una figuración de cristalina ejecución, con una gran influencia de Magritte, expresión de una imaginación abundante y una poética expresividad.



Es precisamente la influencia de Magritte la que más se manifiesta en sus pinturas, si bien también se advierten efectos compositivos que nos remiten al primer renacimiento italiano. 
En sus obras las figuras humanas aparecen, en diferentes ocasiones, y formas con cabeza o extremidades con forma vegetal, a modo de los famosos rostros-bodegones de Arcimboldo.
Los años 80 apartaron a Ameztoy un tanto de la pintura, decantándose por el trabajo sobre papel en forma de dibujos, obra gráfica o carteles.
En 1990 la Diputación foral de Gipuzcoa acertó en ofrecer al público una retrospectiva de su obra, bajo el título Karne&Klorofila.


Su trabajo se extendió a la colaboración con Julio Medem en la dirección artística de la película Vacas (1992), siendo su última gran obra un conjunto pictórico en la ermita  de Nuestra Señora de Remelluri en Labastida (Álava), en la que su Santoral y Paraíso, diferentes óleos sobre tabla con una perfecta minuciosidad, impresionan por su visión en una aproximación a las características pictóricas del Cuattrocento.




Cierto es que la obra de Vicente Ameztoy no se caracteriza por ser abundante, ya que el suyo fue un proceso creativo bastante lento, más sí que viene a demostrar el talento y la diversidad en las diferentes formas de expresión de esta disciplina artística que es la pintura y sus extraordinarios exponentes en nuestro país -España- (en ocasiones, no damos la suficiente importancia a lo que es puramente nuestro).



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Fuentes:
Wikipedia.
masdearte.com
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