lunes, 18 de marzo de 2019

LA PUERTA DE BRANDENBURGO.- SÍMBOLO DE BERLÍN.

Puerta de Brandenburgo

Bienvenidos, una vez más, a este pequeño espacio, en el que cada día intentamos conocer y saber sobre lo que el ser humano ha sido y es capaz de construir y, en ocasiones, de destrozar, porque todo tiene su historia...
La conocida "Brandenburger Tor" o "Puerta de Brandenburgo" es una de las antiguas puertas de entradas a la maravillosa ciudad de Berlín, y que se convirtió en uno de los símbolos más significativos de la ciudad.


Su nombre correcto en español es Puerta de Brandeburgo, aunque también se la viene a conocer como Puerta de Brandemburgo o Brandenburgo, y viene a delimitar lo que es la zona de separación entre el Este y Oeste, símbolo de la ciudad dividida que fue durante décadas.



Esta bellísima construcción fue inaugurada en 1791, junto a la denominada Pariser Platz, como símbolo del triunfo de la paz sobre las armas, y es la única conservada de las 15 originales que daban acceso a la ciudad de Berlín.

Construida en base a los planos de Carl Gotthard Langhans entre 1789 y 1791, durante el reinado de Federico Guillermo II de Prusia, según el modelo  de la puerta de acceso a la Acrópolis de Atenas. 


Se trata de una construcción en piedra arenisca de 26 metros de altura, 65,5 metros de ancho y 11 metros de longitud, atendiendo al estilo del conocido como Neoclasicismo temprano.
Presenta cinco pasos, de los cuales el central es el más ancho, marcados en ambas caras por 6 columnas dóricas de 15 metros de altura, estriadas, que en su base alcanzan un diámetro de 1,75 metros. Tanto la parte superior como interior de las zonas de paso están recubiertas a base de relieves que representan a Heracles, Marte y la diosa Minerva. Los dos edificios de sus flancos fueron añadidos por Johann Heinrich Strack, discípulo de Schinkel, en el año 1868, una vez fue demolida la muralla de la ciudad.



La puerta aparece coronada por una escultura de cobre de unos 5 metros de altura, llamada la Cuádriga, que es una réplica a partir de un vaciado de un yeso del original ya no existente, viniendo a representar a la diosa alada de la paz Eirene, montada en un carro tirado por cuatro caballos que se dirigen hacia la ciudad.




Fue precisamente Napoleón quien le vino a dar marcada significación política a esta puerta, cuando la cruzó a la cabeza de su guardia, en su entrada a Berlín, en 1806, después de la victoria en Jena, apropiándose de la Cuádriga que la hizo trasladar a París, como trofeo de guerra. Tuvieron que pasar ocho años, ya en 1814, cuando las ropas del mariscal de campo Von Blücher, tras su victoria sobre Napoleón, la recuperaron, la metieron por partes en cajas y la trasladaron a Berlín, donde hubo de ser restaurada. 
Esta restauración vino a introducir un cambio en la Cuádriga ya que se agregó al conjunto la cruz de hierro diseñada por Schinkel.




Es por ello que la puerta siguió siendo el escenario de celebraciones estatales, particularmente de fiestas militares, si bien hasta 1918, sólo los miembros de la familia real y sus invitados tenían permitido el uso del paso por la que es la puerta central.
De hechos históricos como el ocurrido el 30 de enero de 1933, cuando los nacionalsocialistas celebraron su ascenso al poder con un desfile de antorchas, pasando por debajo de la puerta, un total de 15.000 hombres de la SA y de la SS, tras el nombramiento de Adolf Hitler como canciller de Alemania.





Los efectos de la Segunda Guerra Mundial fueron devastadores para este monumento y la Cuádriga resultó prácticamente destruida, si bien en 1956 el concejo municipal acordó reconstruirla, trabajo que finalizó el 15 de diciembre de 1957.
No obstante, la Cuádriga ya no era exactamente idéntica pues  las autoridades de Berlín Oriental optaron quitar el águila y la cruz de hierro, al considerarlos símbolos del poder nazi.


Durante la II Guerra Mundial

A raíz de la construcción del Muro de Berlín, en 1961, la Puerta de Brandenburgo vino a quedar en tierra de nadie, pues no se podía acceder ni por el este ni por el oeste, a excepción de quienes estaban encargados de la protección de la zona. 
Con la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, la imagen de la Puerta de Brandenburgo quedó plasmada para la eternidad al ser prácticamente invadida por una gran muchedumbre.



Y dos años más tarde, en 1991, reunificadas las dos Alemanias, la Cuádriga fue objeto de restauración, para lo cual fue desmontada. y se le agregaron la cruz de hierro y el águila.
Es así como tras años de luchas, disputas y desencuentros el pueblo alemán consiguió recuperar un espacio tan emblemático, siendo al día de hoy, uno de los lugares que más acaparan la atención no sólo de sus habitantes, sino de todos los que visitan la ciudad de Berlín.



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Fuentes:
Wikipedia.
www.disfrutaberlin.com
Berlín. Arte y Arquitectura. h.f.ullmann

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