Catalogar a PALOMA NAVARES como artista multidisciplinar es quedarnos muy cortos en la que podría ser su inicial consideración como tal, por la sencilla razón de que esta extraordinaria mujer es, sin lugar a dudas, la pionera dentro de este mundo del arte, cuyo lenguaje plástico se configura en torno a las nuevas tecnologías, haciendo un encaje perfecto de lo que es el empleo de la luz, el espacio y las más variadas técnicas.
Las que son sus instalaciones multimedia vienen a apostar por una combinación exquisita de la escultura, la fotografía, el video y el audio, siendo su temática recurrente la condición femenina, el paso del tiempo, la imagen ideal del hombre y el hecho de acercarnos hacia la concepción de la belleza corporal, e incluso, el envejecimiento.
Es sin duda la inquietud personal la que ha llevado y lleva a Paloma Navares a iniciarse en el mundo del arte de la mano de su padre, a quien acompañaba en sus paseos por el Museo del Prado. Ello implica unos comienzos en los que se decanta por la pintura, más sería a partir de 1981 a 1999 cuando descubre la danza, la performance y el empleo de cuerpo humano como medio para la expresión de sus trabajos.
Nacida en Burgos (España), en 1947, su camino por el mundo del arte ha sufrido una grave interrupción, a consecuencia de una enfermedad en sus ojos, reincidente, y que la llevará a tomar diferentes giros en su trayectoria.
Su trabajo aborda diferentes niveles del concepto del ser humano, el sueño, la memoria, los recuerdos, las emociones, los miedos, las dudas, la enfermedad mental... todo ello queda fraccionado y recompuesto en imágenes, formas que obligan a la sociedad a mirar cara a cara, obligándola a asumir riesgos, y remover conciencias.
Paloma Navares nos propone un viaje permanente por el que es el universo humano, llegando a explorar todos y cada uno de los comportamientos y cánones establecidos, principalmente en la mujer, huyendo de todo aquello que viene a suponer la distorsión de una sociedad que nos disgusta y que nos empuja en una lucha permanente a la huida hacia ninguna parte.
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