martes, 19 de agosto de 2014

LA CONQUISTA DE LOS CIELOS.




Buenos dias, mis mas que queridos amigos y lectores, empiezo este "post" con la mejor de las intenciones y por ello no os quiero confundir con el título que he escogido para el mismo "La conquista de los cielos", pues para nada obedece a un estado espiritual, sino que voy a abordar cómo el hombre empezó a hacer realidad uno de sus sueños: Volar, y ello por medio de los conocidos como "Globos Aerostáticos".






Así como que el contenido de mis "post" están encaminados al mundo del arte y la cultura, en general, hoy os invito a "volar", y para ello vamos a situarnos en un día muy especial, un lunes, 1 de diciembre de 1783, en el que en los alrededores del jardín de las Tullerías, en París, se dieron cita infinidad de personas -se hablaban de cifras que alcanzan las cuatrocientas mil personas-, todas ellas con una finalidad, asistir a un espectáculo hasta entonces desconocido e inimaginable para el ser humano, el hecho cierto de que dos personas pretendían elevarse hasta el cielo utilizando para ello un enorme globo de aire.
La ciudad hervía en comentarios y todo Paris se había hecho eco del espectacular acontecimiento.



La gran cantidad de personas que acudieron para asistir a tan novedoso y especial acontecimiento se arremolinaban en torno a los muelles, los puentes, las casas, e incluso, muchas eran las personas que desde los tejados de sus viviendas no querían perderse uno de los momentos mas memorables para la Humanidad.





Lo primero que llamaba la atención del público era la especial belleza del globo, pues estaba realizado en dos colores rosa y amarillo, medía mas de nueve metros de altura y estaba envuelto completamente por una red de malla cuadrada. De su extremo inferior colgaba una barquilla hecha a base de mimbre, en la cual, evidentemente, deberían ir los "pilotos" de tal invento, concretamente, el profesor Jacques Charles y su ayudante Nicolas-Louis Robert. 




Entre las personas que se encontraban presentes en las inmediaciones del recinto se encontraba el político estadounidense Benjamin Franklin, inventor del pararrayos, y que se encontraba en Paris, toda vez que era el embajador de los EE.UU..
Y para ello me remito a las palabras, que como "cronista" nos ofrece Benjamin Franklin, y que quedan reflejadas en una carta que remitió a un amigo, dice lo siguiente: "Entre la una y las dos de la tarde la gente miraba satisfecha al ver elevarse el globo entre los árboles y ascender gradualmente por encima de los edificios, un espectáculo de lo más maravilloso. cuando los valientes aventureros alcanzaron unos 60 metros de altura extendieron los brazos y agitaron sendos banderines blancos a ambos lados para saludar a los espectadores que respondieron con fuertes aplausos. El objeto se movió en dirección norte, pero como soplaba muy poco viento, continuó la vista durante un buen rato; y transcurrió mucho tiempo hasta que los asombrados espectadores se comenzaron a dispersar".

Hermanos Montgolfier


El hecho de que esta hazaña pudiera llevarse a cabo la debemos a dos hermanos Joseph y Étienne Montgolfier, ambos hijos de un fabricante de papel, de una localidad del sur de Lyon, Annonay.
Ciertamente ninguno de ellos tenía formación de carácter científico, pero si bien es cierto que conocían las mas que recientes teorías sobre las propiedades del aire, que fueron formuladas por químicos como Cavendish, Priestley y Lavoisier. De esta forma ambos hermanos empezaron a hacer sus propios experimentos con globos de papel, para los que utilizaban aire caliente que era mas ligero que el de la atmósfera.
Sus ideas las llevaron a la práctica, el 4 de junio de 1783, en la plaza mayor de su localidad, donde situaron una hoguera que encendieron y mantuvieron con paja y lana húmeda, debajo de un globo hecho a base de tela y papel, y provisto de una abertura. En tanto el globo se iba inflando entre varios hombres éste era sujetado fuertemente y cuando, por fin lo soltaron se elevó hasta perderse prácticamente de vista. Su recorrido fue de dos kilómetros y empezó a descender en el momento en el que el aire de su interior empezó a enfriarse.



La noticia de que, por fin, el hombre podía volar y surcar el cielo se extendió como la pólvora por toda Europa y fueron muchos los que pusieron su grano de arena en el desarrollo de diferentes tipos de globos, como el de Jacques Charles y los hermanos Robert que emplearon un modelo de globo distinto, en el que se utilizaba un gas -el hidrógeno- para que éste se elevara. De esta forma, el 27 de agosto, lanzaron un globo en el Campo de Marte en Paris, esta vez no tripulado, pero que recorrió veinte kilómetros y aterrizó en la localidad de Gonesse, ante el estupor de cientos de campesinos que huyeron horrorizados pensando que se trataba de un monstruo venido de los cielos.


Jacques Charles



El hecho cierto es que fue a partir de este momento cuando surgió una rivalidad entre los partidarios de los globos para los que se utilizaba el aire caliente, y para los que preferían el hidrógeno, por lo que recibieron los apelativos "curiosos" de los "Montgolfieres" y los "Charlieres", respectivamente.

Mas fueron otros dos aventureros, el científico Pilâtre de Rozier y el marques de Arlandes quienes se convirtieron en los primeros aeronáutas de la historia, siendo los que utilizando un singular globo de color dorado y azul hicieron un recorrido de nueve kilómetros, aterrizando al sur de Paris, siendo aclamados como auténticos héroes.




Los continuos viajes al cielo eran cada vez mas frecuentes, siendo el sistema mas utilizado el de Charles y Robert, para el que contaban con bolsas de arena, que les servía para regular la altitud, y muestra de tal éxito fue el que iniciaron en Paris, y terminaron en Nesles-la-Vallé, al norte de la ciudad, recorriendo, en total, cuarenta y tres kilómetros. La conocida como "globomanía" se extendío por todo el pais galo, llegando a generar hasta un comercio que consistía en la venta de pequeños globos aerostáticos a modo de recuerdos, y de escala reducida.

Maqueta

En España, la primera experiencia de esta naturaleza tuvo lugar en Aranjuez, mediante un globo tripulado por el artista francés Charles Bouche, mas a poco mas que acabó en tragedia, pues se incendió la envoltura del globo.


Charles Bouche

De esta forma la costumbre de los ascensos tripulados a los cielos se fue haciendo mas frecuente, en toda Europa, mas como consecuencia de que muchos de ellos no se confeccionaban siguiendo unas normas establecidas de seguridad, fueron muchos los accidentes que empezaron a producirse, y la "moda de la conquista de los cielos" -por este medio- cayó en desuso.
Una de las tragedias que recuerda la historia fue la de Calais, producida por la caida de un globo tripulado por Pilâtre de Rozier y Pierre Romain, quienes intentaron atravesar el Canal de la Mancha, partiendo de Francia hasta Inglaterra, el 15 de junio de 1785. Como consecuencia de un golpe de viento, el globo desvió su trayectoria y se estrelló en el paso de Calais, falleciendo sus dos tripulantes, amén de que la prometida de Rozier, Susan Dyer, embarazada, al enterarse de la noticia se suicidó, por tal triste suceso.




Como bien podemos comprobar a lo largo de la historia de la Humanidad, las aspiraciones del ser humano han sido numerosas y ambiciosas, y afortunadamente, y pese a los contratiempos con los que ha tenido que enfrentarse, ese deseo de conseguir lo que hasta cada momento no existía o apenas se planteaba, le servía de acicate para emplear todas su fuerza y su imaginación, sirviéndose del conocimiento y de la técnica para alcanzar su objetivo. 
Pensemos por un momento que esos objetivos fueran de naturaleza social, cultural, sanitaria, de encuentro entre naciones y paises, en continuo enfrentamiento, pues, si "la conquista de los cielos" se consiguió por qué no todo esto último que es mucho, pero que mucho mas loable.


BUEN DÍA A TODOS CON LAS ILUSIONES Y ASPIRACIONES DE UN NIÑO

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