domingo, 12 de octubre de 2014

GUSTAVE VAN DE WOESTYNE: La espiritualidad mas expresiva.

Autorretrato

Bienvenidos a un nuevo encuentro con el mundo del arte y de la cultura, en todas sus manifestaciones. Hoy, cambiamos de temática, siempre dentro de este maravilloso mundo de comunicación que es la cultura, y nos paramos a estudiar la figura del pintor y grabador belga GUSTAVE VAN DE WOESTYNE.

En su taller

He de confesar tras leer su biografía, que me ha dado paso a contemplar su obra, envuelta en un extraño "encantamiento", que he sido víctima de una mas que grata impresión; verdaderamente, no me esperaba como tal artista, en la medida en la que nos muestra en todas y cada una de sus obras. Todas ellas sorprendentes, y originales.

Fuga

 Cristo en el desierto

Gustave Van de Woestijne nació en Gante, el 2 de agosto de 1881 y falleció en Uccle, el 21 de abril de 1947.
La época histórica y artística que le tocó vivir, que se corresponde con el final del siglo XIX y principios del XX, le lleva a considerar la importancia de la naturaleza en el deseo de regresar a su estado natural, a lo que de auténtico y cierto podemos encontrar dentro del mundo del arte.
Contando solo 14 años, en 1895, se inscribe en la Academia de Bellas Artes de su Gante natal, mas debido a su frágil salud debe establecerse en el campo, concretamente en Laethem Saint Martin, un pequeño pueblo situado en las orillas del Lys, junto con su hermano, cuatro años mayor que él, el poeta Karel Van  de Woestyne. Es con éste con el que realiza numerosas visitas a la Feria de Brujas de 1902, dedicada a los primitivos flamencos, quienes influyeron notablemente en su estilo y temática de su producción, y sobre todo, en sus retratos.

 Retrato de joven

Tentation

La ciudad de Gante es por entonces un hervidero de artistas e intelectuales que denuncian los abusos de poder, las injusticias sociales y todo ello, en los salones y cafés de la ciudad, así como en los mas que numeros talleres de los diferentes artistas que en la misma habitan y desarrollan su labor. 
Gustave Van de Woestyne apuesta por ir mas allá del impresionismo con la finalidad de encontrarse la realidad cotidiana, y en consecuencia contra el posicionamiento impresionista determinado por sus reflejos y sus brumas. Por tanto, Gustave Van De Woestyne es partícipe de una pintura que desde sus inicios armonizará con un estilo modernista sensible al simbolismo, unido ello a un arte religioso y alegórico que se nutre de los primitivos flamencos e italianos y por la pintura al fresco.

The Children table

Het Boerinnetje

Fue un joven de espíritu abierto, que pronto encontró un lugar mas que especial dentro del arte moderno de principios del siglo XX. Su obra es ecléctica total, y se muestra abierto a las mas que diversas y novedosas manifestaciones del arte internacional.
Una primera parte de su producción se compone de cuadros de pequeños retratos, en los que sus modelos presentan una expresión mas que soñadora y que, en cierta medida, nos recuerdan a los prerrafaelistas ingleses. También nos encontramos con retratos de campesinos, con un dibujo cuya técnica exige un dibujo mas agudo.
La segunda fase de su obra se desarrolla en base a composiciones religiosas, representando paisajes campestres bajo una luz deliciosa, como podemos apreciar en su obra "Dimanche après-midi".

Dimanche après-midi


Durante sus visitas a Paris frecuenta numerosas exposiciones, siendo admirador de Rousseau, Picasso, Modigliani o Fojita.
Su mas que delicioso gusto por la experimentación, en sus inicios, llega a desconcertar a la crítica, que no consigue "clasificar" al artista de una forma definitiva. 
Entrada la década de los años veinte, el propio Gustave Van De Woestyne afirmaba sobre su propia obra y su estilo: "Estimo que tras cada obra concluida el pintor debe reencontrar una nueva virginidad. Debe presentarse desnudo delante de una tela blanca. Todo recuerdo de la obra precedente debe ser expulsado de su memoria. Cada obra es un inicio. Si dos obras se parecen, eso es oficio y no arte. La obra hecha en serie indica en aquel que la produce la falta de genio. No me gustan los pintores que se repiten. Picasso, por ejemplo, -el mas grande de los grandes de la actualidad-, se renueva constantemente. Para él la pintura no es una profesión sino la exteriorización de los sentimientos perpetuos que agitan sin cesar su corazón y su sensibilidad".

Campesina

El pastor

No muchos artistas y creadores saben definir lo que quieren y lo que no quieren con tanta puntualidad como lo hace Gustave Van de Woestyne. Evidentemente, si de alguna forma podemos definirle es por su perpetuo deseo de originalidad. 
Como ya indiqué, inicialmente, su interés por los primitivos estaba presente en su obra antes de 1900, si bien, a partir de la gran exposición que tuvo lugar en Brujas y a la que asistió el grupo de Laethem-Saint-Martin -entre los que se encontraban pintores como George Minne, Valérius de Saedeler, y Albert Servaes, formando parte de un primer grupo, que dió paso a un segundo, constituido por Permeke, Van den Bergue y de Smet- ese interés se acentuó aún mas. Ambos grupos fueron separados por la Primera Guerra Mundial, mas es cuando se reúnen, después de haber estado trabajando cada uno independientemente, todos ellos habían visto una evolución en su pintura, mas aproximada a la tierra y a los hombres. Fue la Galería "Selectión", la que acogió la primera muestra bajo una visión común que tenía como nombre genérico "Expresionismo Nacional".

Boer of Avond

Retrato de joven

La espiritualidad tan manifiesta de Gustave Van De Woestyne le lleva a hacerse monje, y abandonar la pintura, mas antes realiza dos grandes obras el "Retrato del cura Victor E.G. Van Wambeke" y un mas que impresionante retablo de "La Santa Virgen entrega el rosario a San Domingo", que puede aproximarse a la tradición de los primitivos flamencos e italianos.

L´avleuge a la bouteille 

Mas la vida monacal no está hecha para Gustave, en la Abadia Benedictina de Louvain. Convencido de que es el arte su mas que primordial misión en la vida, sus retratos nos van acercando a personajes como campesinos, obreros y mendigos, a la vez que su cotización como retratista va mas al alza, recordemos el "Retrato de Maria Van Hende", una obra llena de la mas absoluta sobriedad. 
No obstante, esa calma tan evidente que desprende la obra de Van De Woestyne se diluye en algunos de sus autorretratos, y en otras obras que nos recuerdan, en cierta medida, la caricatura de James Ensor. La crítica, evidentemente, sigue desconcertada, e incluso su pintura religiosa llega a ser calificada como blasfematoria. Obras sorprendentes, inquietantes, aquellas en las que los retratados miran directamente al espectador, y no al contrario.
Una de sus obras llamada "Las dos primaveras", nos muestran sendos retratos femeninos, en los que logra plasmar por un lado la afectación y por el otro la sencillez.

Christ sacrifice his blood

Sin lugar a dudas, GUSTAVE VAN DE WOESTYNE fue un gran retratista y también realizó espléndidos bodegones, mas sus obras nos llegan, calan en nuestro mas íntimo sentimiento por su espiritualidad, que consiguió dar forma a una mas que bellísima e impresionante producción.

Retrato de Joven

Después de lo que hemos podido leer y observar, estoy por apostar que ninguno de vosotros quedará indiferente, os habrá podido gustar o no la obra de GUSTAVE VAN DE WOESTYNE ( a mí, personalmente, me ha encantado), pero eso forma parte del ARTE, la crítica de la obra, y la generalización de su conocimiento.
BUEN DIA A TODOS

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