Seáis bienvenidos, un día mas a este pequeño reducto que intento vaya enriqueciéndose cada día, en la misma medida en que yo enriquezco mis horizontes.
Hoy vamos a hacer nuestro recorrido artístico a través de la obra de un pintor cubano, WIFREDO OSCAR DE LA CONCEPCIÓN LAM Y CASTILLA, nacido en Sagua la Grande, Las Villas, el 8 de diciembre de 1902 y fallecido en París, el 11 de septiembre de 1982.
Sus inicios dentro del mundo del arte, parten, evidentemente, de su formación que la realiza en La Habana, donde vivía con su familia y donde llegaría a cursar sus estudios de Bellas Artes. Es precisamente en la Academia de la Habana donde adquiere los conocimientos necesarios para entrar a formar parte entre los años 1920 y 1923 del Salón de la Asociación de Pintores y Escultores de La Habana.
Jungle
En el año 1923 se traslada a Madrid, donde acude a las clases que imparte el pintor Fernando Alvarez de Sotomayor (también maestro de Dalí), en la Real Academia de San Carlos, lo que contribuye a crearle una visión personal de lo que sería su obra. Poco después contrae matrimonio con la española Eva Piris con la que tuvo un hijo, mas ambos fallecieron al empezar la Guerra Civil, en tanto que Wifredo Lam tomó partido por el lado republicano. Mas la tragedia de perder a su mujer y a su hijo en tan tristes circunstancias marcaron para siempre la vida de este hombre, así como su obra.
Con su esposa, Eva Piris
Maternidad en verde
Wifredo Lam mantuvo siempre un especial interés en las vanguardias europeas, durante los años treinta, lo que le llevó a visitar Paris, en numerosas ocasiones, donde se instaló, definitivamente, en 1938. Mas fue diez años antes cuando conoció a Picasso, y gracias a su influencia, pudo acceder a pintores de la categoría de Leiris, Joan Miró, Matisse, Tzara, Eluard Braque y Pierre Loeb. Fue precisamente la labor de este último la que propició la primera exposición de LAM en Paris. En estos momento LAM atraviesa, en su pintura, un periodo cubista, para lo que se sirve de personajes aislados, que se enfrentan a la vida; en esta etapa esa austera imagen se ve aumentada con la sobriedad en los colores empleados. Fue gracias a sus contactos con los grupos surrealistas que LAM recibió el encargo de ilustrar la obra "Fata Morgana", de su íntimo amigo André Bretón, que fue llevada a cabo en Marsella en 1940, cuando las tropas alemanas habían ya invadido Paris.
Como consecuencia del estallido de la Segunda Guerra Mundial se ve obligado a regresar a Cuba, mas dicho retorno supuso para nuestro pintor un enriquecimiento, tanto en las técnicas, como en la temática de su obra.
Su arte nos ofrece ciertas estéticas primitivas, sobre todo africanas, indígenas, principalmente, en la forma de sus figuras escultóricas. Esta influencia viene a sumarse a la que ya de por sí tenía en origen (su madre era mulata, y entre su familia había antepasados chinos, españoles y africanos). Hasta tal punto se ve involucrado con estas formas de manifestaciones artísticas que en 1946 viajó a Haití, permaneciendo cuatro meses, con la finalidad de conocer bien a fondo sus raices.
Su obra es muestra de una exhuberante plasticidad, en la que queda reflejado todo un mundo onírico, surrealista, capaz de hacernos sentir el latido de todo el legado del pueblo afrocubano. Significar que su obra se inclina, a veces, hacia la abstracción y las formas cubistas, en lo que verdaderamente incide y repite WIFREDO LAM en mostrarnos, con toda su fuerza, la relación entre la religión y la cultura popular; lo que en términos haitianos podríamos llamar la "santería afrocubana".
Su obra maestra "La Jungla", que precisamente encabeza este artículo nos ofrece la particular visión del autor en relación con los mitos y los rituales nativos. En ella podemos observar, si nos detenemos, una mezcla muy particular entre cañas de azucar, animales, y cuerpos humanos. Sus cuadros intentan ofrecernos la visión de lo que de sobrenatural tiene lo real, eso sí, bajo la perspectiva de este autor de cuadros totémicos.
Y qué mejor forma de expresar esa inquietud totémica que la realización de grandes murales para la Ciudad Universitaria de Caracas y el Retiro Obrero de La Habana, siendo también de especial relevancia su obra como ilustrador de libros con litografías y aguafuertes, amén de trabajar también la cerámica y la escultura en bronce.
Ilustraciones
Oisau au de fer
La Pierre Matisse Gallery de Nueva York le ofrece la oportunidad de exponer, en numerosas ocasiones, entre los años 1942 y 1944. Es en este año cuando contrae matrimonio por segunda vez, con Helena Holzer, si bien terminaron divorciándose en 1950.
Sus viajes y estancias entre Haití, Nueva York y Europa se sucedían, en gran medida gracias al éxito de su obra, hasta que en 1960 se instaló en Albisola Mare, en la costa italiana. Allí contrajo matrimonio con la pintora sueca Lou Laurin con la que tuvo tres hijos.
Su ideario político se mantuvo fiel a la doctrina castrista, exaltando el ideal de lucha basado en la igualdad económica y social del pueblo cubano a lo largo de toda su vida profesional.
No podemos decir que la obra de Wifredo Lam haya sido de aquéllas que se "descubren" tras su muerte, no es este el caso. Wifredo Lam fue galardonado en 1964, con el premio Guggenheim International Award, y en 1966 y 1967, se llevaron a cabo retrospectivas de su obra, por el Kunsthalle de Basilea, el Kestner-Gesellschaft de Hannover; el Stedelijk Museum de Amsterdam, el Moderna Museet de Estocolmo y el Palais des Beaux-Arts de Bruselas.
Es por ello que su obra se encuentra repartida prácticamente por casi todo el mundo, y la cotización de la misma ha alcanzado niveles astronómicos.
Está considerado como el artista cubano mas importante del siglo XX. Su fallecimiento tuvo lugar en París, el 11 de septiembre de 1982, si bien reposa en su ciudad natal.
IMPRESIONANTE, TANTO COMO LOS MURALES QUE GUSTABA HACER
BUEN DIA
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